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VALENCIA. Hace más de un mes el PSPV decidía en el XII Congreso Nacional de la formación que el próximo secretario general del partido sería Ximo Puig. El líder de los socialistas valencianos, quien había formulado una seria de propuestas de cara a 'reiniciar' el partido y la Comunitat Valenciana, se ha visto obligado a acometer una tarea previa que se prolongará durante algunos meses: 'ordenar la casa'.

Fuentes del partido han indicado que el propio secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dado órdenes explícitas de que las diferentes federaciones pisen el acelerador para concluir antes del verano todos los procesos orgánicos que queden pendientes. Una prioridad que conlleva la ralentización de otras medidas de oposición prevista desde la federación valenciana.

El primer paso para los socialistas valencianos consistió en renegociar con Ferraz -sede federal del PSOE- la composición de la estructura provincial, dado que en el cónclave del PSPV se aprobó el retorno al sistema comarcal. Finalmente, el partido mantendrá un liderazgo en las provincias -como se refleja en los estatutos nacionales- aunque en la federación valenciana tendrá ampliamente rebajadas sus atribuciones para dar peso al ámbito comarcal.

No obstante, todavía está pendiente la celebración del proceso provincial, que dará paso posteriormente a los cónclaves comarcales y, en última instancia, los congresos locales. Toda una peregrinación orgánica que, según señalan diversas fuentes, es "necesaria" para "tejer una red que transmita el mensaje adecuadamente y armar una oposición unida".

¿PARÁLISIS DEL PSPV? 

Durante su campaña, el entonces candidato Ximo Puig anunció una serie de medidas como la conformación de un comité de expertos en economía para asesorar al PSPV. Aunque todavía no se ha presentado oficialmente, las diferentes fuentes consultadas aseguran que el proceso sigue en marcha y que, además, se están conformando otros consejos similares para centrarse en el ámbito social y en la reforma de las instituciones. El exministro Jordi Sevilla o el exsecretario general Joan Romero son algunos de los nombres que prestarán su apoyo a este proyecto. 

No obstante, todavía no hay fecha para la puesta en funcionamiento de este y otros planes que anunció en su día Puig: desde Blanquerias reconocen que todavía se está revisando la situación del partido tras la salida de Jorge Alarte con un 'ojo puesto' en los congresos que se avecinan.

El vicesecretario de Organización, Alfred Boix, y el vicesecretario de Relaciones Institucionales, José Manuel Orengo, controlan estos procesos mientras el líder del PSPV, Ximo Puig, junto con el portavoz de la formación, Francesc Romeu, se encargan de reaccionar a la actualidad diaria.

Una tarea necesaria aunque tal vez demasiado corta en recursos destinados dada la difícil situación que está atravesando el Consell de Alberto Fabra con las decisiones adoptadas frente a la crisis. Todo ello sin olvidar que el líder del PPCV se enfrenta a un congreso con incógnitas internas que podrían abrir una brecha en la siempre férrea y ordenada estructura 'popular'. Un momento que se antoja apropiado para que el primer partido de la oposición se muestre como alternativa real y no como una organización enfrascada en su propio laberinto orgánico.