VALENCIA. La dimisión de Rodrigo Rato de la presidencia de BFA-Bankia y la más que probable intervención ‘facto' de la entidad participada por Bancaja ha levantado una intensa expectación en Valencia, donde todas las miradas se dirigían este mediodía hacia la última planta del edificio de Pintor Sorolla, donde José Luis Olivas mantiene su despacho como presidente de la caja de ahorros.
De momento ni Olivas ni su entorno se han pronunciado sobre la dimisión ni sobre los efectos de una posible inyección de capital por parte del Estado en la entidad en la que participan. SIn embargo, las decisiones de Rato en los últimos meses han sido perjudiciales para los intereses de Bancaja, según coinciden las fuentes consultadas, tanto por los efectos sobre su histórica participada, Banco de Valencia, como para la propia imagen de la caja valenciana, a la que se ha acusado en repetidas ocasiones de ser la causante de la grave situación de Bankia por sus activos inmobiliarios problemáticos.
La crisis societaria abierta en BFA hace ya meses a cuenta de Banco de Valencia se cobró entonces la cabeza de Olivas en la vicepresidencia ejecutiva banco común. Aunque entonces se vendió como una salida al conflicto y, por tanto, dejar las manos libres a Rodrigo Rato para pilotar el futuro del banco, lo cierto es que las cosas no han mejorado desde entonces en el seno de la entidad que en su día crearon Bancaja, Caja Madrid y otras cinco cajas de ahorro medianas.
Olivas se ha resistido a abandonar su puesto en Bancaja. Su relevo en la vicepresidencia se formalizó con la entrada del empresario Francisco Pons. La dimisión de Rato y la firme intención del Gobierno de tomar el control de la entidad mediante la inyección de al menos 7.000 millones de euros, pone en el alero tanto la continuidad de Pons como la de la totalidad del consejo de administración tanto de BFA como de Bankia. El poder que puedan mantener las cajas de ahorros en el nuevo escenario de una BFA-Bankia controlada parcialmente nacionalizada es una incógnita que en estos momentos planea sobre el ya de por si exiguo sistema financiero valenciano.
Todo para bankia, nada para educación, sanidad, dependencia ni la casa de la caridad que esta llena. el sustituto de rato se llevo 55 millones de euros, pero quiere más. Y nosotros ni CAM, ni Bancaja ni Banco de Valencia. una comunidad de tercera división. No se que piensa olivas de esto.
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