VALENCIA. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) referidos al primer trimestre de 2012 arrojaron un 24,4% de paro en España, lo que supone un incremento del 1,5% respecto al trimestre anterior y un 6,9% de aumento si se compara con el mismo periodo de 2011. Habría que remontarse a 1994 para encontrar cifras similares.
En la Comunitat Valenciana, el ascenso de 40.100 personas en este primer trimestre del año implica un aumento del 6,2% respecto a los últimos tres meses de 2011 y un incremento del 13,6% si se coteja con el mismo periodo del pasado ejercicio. El total valenciano, según la EPA, es de 27,32% de desempleo: tres puntos por encima de la media nacional.
Sin embargo, esta situación no es nueva en la Comunitat. Los datos históricos del paro de los últimos 20 años arrojan un 'modus vivendi' característico del desempleo en territorio valenciano. Situarse tres puntos por encima de la media española y del 20% de desempleo ha sucedido durante casi dos lustros en este período y, en concreto, durante los últimos cuatro años de forma consecutiva.
El hundimiento de la construcción y sector inmobiliario, acompañado de la caída constante del sector industrial desde mediados de los 80 y del sector primario, han convertido a la Comunitat Valenciana en una región que sufre de un paro estructural de difícil reversión.
Este gráfico, extraído de uno de los últimos estudios de BBVA con los datos del INE, muestra como la Comunitat Valenciana abrió una brecha de aumento del desempleo a principios de los 90, cuando superó el 20% de paro, permaneciendo entre 2 y 3 puntos por encima de la media nacional hasta el descenso global a finales de 1997, coincidiendo con el 'boom' de la construcción.
Es en esos momentos cuando se inicia un paralelismo entre el paro nacional y el autonómico que vuelve a romperse en 2008, con el estallido definitivo de la crisis económica y la explosión de la llamada 'burbuja' inmobiliaria. De nuevo, el paro en la Comunitat se elevó por encima de la media nacional hasta alcanzar los 3,5 puntos de diferencia.
El sector de la construcción toca fondo y arrastra al desempleo valenciano en mayor medida que otras autonomías. Según datos del INE, la media anual de ocupados valencianos en el sector de la construcción en 2002 era de 227.400 trabajadores. A finales de 2011, trabajaban en la en este ámbito 147.500 personas, un 7,8% del total de empleados.
Un problema agravado por la situación del sector público: la Comunitat ostenta el 'honor' de ser la región con mayor ratio de deuda sobre PIB y la segunda con mayor volumen de deuda en términos absolutos.
La importancia del sector de la construcción en la Comunitat Valenciana ha sido objeto de numerosos análisis. El informe económico de la Cámara de Comercio de Valencia de 2010 recalcaba que en 2008 esta actividad había superado el 12% del PIB regional, liderando el ciclo de crecimiento entre 1995 y 2007 que experimentó la economía valenciana y española.
Mientras, según apuntaba el informe, la caída de la participación industrial -debido al crecimiento imparable de la citada construcción y del sector servicios- había sido constante desde 1983, donde este sector era parte vital de la economía al suponer el 28% en el conjunto del PIB de la Comunitat. Una aportación reducida a la mitad a día de hoy.
Los problemas ‘especiales' de la Comunitat Valenciana ya eran destacados desde la Unión Europea hace más de una década, cuando recalcaban en un estudio del año 2000 que la estructura productiva valenciana resultaba "incapaz de crear puestos de trabajo en cuantía suficiente para proporcionar empleo a los que lo perdieron en la fase depresiva del ciclo y, al tiempo, absorber la continua incorporación de población activa al mercado laboral". En 1999, cuando el sector de la construcción aún estaba en alza, la mitad de los parados valencianos ya eran de larga duración y, al igual que en la actualidad, se hacía hincapié en el hándicap de la estacionalidad -por encima de la media española- derivada del turismo y, ahora en menor medida, de la agricultura.
La temporalidad, una característica especialmente sensible en el empleo valenciano, también fue uno de los 'sellos' de la construcción. Así, propició una expansión de la ocupación en la etapa de bonanza y un efecto efervescente en el ascenso meteórico del paro -la destrucción de trabajo, en definitiva- con el fin de la época 'dulce' del sector. Un comportamiento idéntico al que había tenido el empleo valenciano en la crisis de principios de los 90, con un incremento del desempleo más rápido y superior al registrado en el resto del territorio nacional.
Así, las circunstancias coyunturales, unidas a las características propias e históricas del desempleo en la Comunitat, han conducido a una cifra de paro más alta que la media española y de difícil resolución sin un cambio importante del modelo productivo, una reivindicación que, sin duda, se escuchará este martes durante la celebración del Día Internacional de los Trabajadores.
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