VALENCIA. Muchos emprendedores llegan con su idea bajo el brazo y piensan que es por su defensa por lo que invertirá en ellos un business angels. "Un inversor no es un banco", advierte Pedro Bisbal, director de la asociación de inversores privados de la Comunitat Valenciana (CvBan). La idea ha de ser buena, pero es el equipo que la va a llevar a cabo el que seduce a quien va a arriesgar su dinero en que salga adelante.
"Una idea razonable con un equipo competente tiene muchas más posibilidades que una gran idea defendida por unos responsables mediocres", asegura. Una propuesta puede tener posibilidades de internacionalización, pero para ello sus impulsores han de saber idiomas, por ejemplo.
Tampoco está cerrada la inversión a proyectos revolucionados exclusivamente. La clave está en que el proyecto sea diferente, signifique una propuesta de valor e innove, aunque tenga relación con negocios que ya existen, sea cual sea su situación actual. Un planteamiento nuevo puede ser la clave del éxito.
PROYECTOS INVERTIBLES, NO SÓLO RENTABLES
Además, no es lo mismo un producto rentable que invertibles. El business angel quiere un retorno elevado de su inversión. Ha de ver posibilidades de multiplicación y no sólo un medio de vida aceptable para sus responsables.
Estos son aspectos que debe tener en cuenta quien presenta un proyecto a un inversor, pero en mucho casos es difícil que lo comprenda. "Lo normal es que la persona esté cegada con su proyecto", reconoce Bisbal.
Los problemas para la obtención de créditos ha animado a muchos emprendedores a probar suerte con resultados desiguales. Ser aceptado por CVBan es sólo el primero paso: de los 170 proyectos que aceptó gestionar CVBan en 2011 han sido validados un total de 89.
UNA FORMA DE INVERSIÓN ASENTADA
La crisis de los negocios habituales para los inversores y la debilidad de la bolsa ha hecho, en opinión de Bisbal, que muchos patrimonios estén derivando hacia otras vías, como la de los business angels, "que se contempla como una figura real de inversión", según Bisbal. De hecho, en 2011 la organización ha alcanzado los 74 socios, frente a los 30 de 2010 y los 15 con los que contaba en 2009.
La actividad de las 86 empresas actualmente participadas por CVBan es mayoritariamente tecnológico, destacando la biotecnología, internet y las aplicaciones móviles, además de las actividades relacionadas con la salud y las tecnologías de la información (TIC). Bisbal reconoce que son sectores con riesgo, pero considera innegable que son "los sectores del futuro".
Es el caso de todas las actividades relacionadas con el comercio electrónico, al alza pese a la crisis general de consumo. Una vez superado el recelo inicial a la compra por internet, gracias a las mejoras en la seguridad y la normalización de los medios de pago, el menor precio y la satisfacción en la experiencia de compra de los usuarios han hecho que "sea más fácil decir qué no se vende por internet".
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