VALENCIA. El congreso provincial del PP de Alicante, que tendrá lugar tras el regional del próximo mes de mayo, es una de las incógnitas que deberá despejar el presidente del PPCV, Alberto Fabra, de cara al futuro de la formación ‘popular' en una provincia que ha propiciado conflictos de repercusión nacional por las disputas internas en los últimos años.
Estar al frente de una formación como el PP en el ámbito provincial implica una carga de poder muy importante a la que diversos dirigentes alicantinos les gustaría acceder. El favorito a día de hoy es el vicepresidente del Consell, José Císcar. Según apuntan fuentes de la dirección provincial actual, Alberto Fabra, está a favor de una renovación generacional del partido aunque contando con los primeros espadas de la provincia.
Para ello, uno de los argumentos que manejará el presidente del partido, según señalan las citadas fuentes, es la de evitar la duplicidad de cargos de los alcaldes de grandes municipios. De esta manera, Fabra pediría a primeras ediles del calibre de Mercedes Alonso (Elche), Sonia Castedo (Alicante) o Adela Pedrosa (Elda), que han sonado con fuerza para postularse al cargo, que se centraran en sus consistorios y no optaran a la presidencia provincial del PP alicantino.
El presidente Fabra ya mantuvo una postura contraria a incluir alcaldes en las listas al Congreso de los Diputados. Un argumento que ahora baraja aplicar para los altos cargos orgánicos del partido. Cabe recordar que Sonia Castedo, además de encontrarse salpicada por el caso Brugal, está al frente de una ciudad de 335.000 habitantes.
Mercedes Alonso es la alcaldesa de una localidad que ha sido durante lustros santo y seña socialista y que alberga 230.000 habitantes, siendo la cuarta ciudad más grande de la Comunitat. También es importante Elda, donde Adela Pedrosa gobierna, un municipio que ronda los 55.000 habitantes.
De confirmarse esta desactivación del tridente de alcaldesas, unida a la no intervención de la actual presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, quien, según diversas fuentes, no tiene previsto optar al cargo orgánico -aunque será consultada- el vicepresidente del Consell, José Císcar, tendría el camino allanado para liderar el PP en la provincia.
También jugaría sus bazas el actual presidente, Miguel Ortiz, de la órbita de Eduardo Zaplana. Ortiz también es alcalde, aunque de un municipio más pequeño, Altea, de casi 25.000 habitantes. Diversas fuentes apuntan a que podría obtener un premio de consolación con un puesto en la dirección regional, si bien desde la dirección provincial ven "opciones" de que pueda continuar, dada su "buena labor de pacificación".
La ecuación de negar a las grandes alcaldías para los primeros puestos orgánicos se ajustaría también a otras provincias. En Valencia, Alfonso Rus es alcalde de Xàtiva. No obstante, además de que el tamaño de esta ciudad (30.000 habitantes) está lejos de los otros municipios mentados excepto Altea, el barón provincial ostenta la presidencia de la Diputación, para lo cual es obligado ser, al menos, concejal.
En Castellón, el actual presidente de la Diputación y futuro líder del PP provincial, Javier Moliner, es concejal 'raso' en el consistorio de la capital. Por lo que tampoco se vería afectado por la condición de ostentar una alcaldía para ser presidente provincial.
¿como van a ser presidentas si todas
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