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VALENCIA. Tras el congreso nacional del PSPV, los socialistas valencianos se enfrentan al resto de cónclaves que deben decidir los responsables provinciales -sí es que finalmente existen como tales- así como los revitalizados congresos comarcales, con la ciudad de Valencia como cita más reseñable.

La victoria de Ximo Puig en la cita congresual, destacado referente de la llamada corriente ‘lermista', ha dejado en una posición preferente al portavoz municipal del grupo socialista, Joan Calabuig, para convertirse también en secretario general de la ciudad de Valencia, cargo que ocupa actualmente Salva Broseta, considerado cercano a Jorge Alarte.

No obstante, la capital está dividida. En el congreso nacional celebrado semanas atrás, Broseta apoyó la candidatura Alarte, al igual que hizo el diputado nacional José Luis Ábalos y sus afines, que ocupan una minoría mayoritaria en Valencia ciudad. Las fuerzas, si se miden por los delegados conseguidos por los diferentes bandos en el congreso nacional, estarían igualadas, aunque el 'lermismo' considera que aglutinaría mayor número de apoyos.

Desde el entorno de Calabuig aseguran se ha tendido la mano al actual secretario general Salva Broseta para evitar que exista una batalla en la ciudad de Valencia. "Su labor en el consistorio y la relación personal es buena", apuntan, por lo que se apostaría por su continuidad en el equipo municipal en el futuro.

Sin embargo, más difícil parece -por el momento- el acuerdo con José Luis Ábalos. El diputado nacional, todavía mantiene cierto peso en la capital y quiere seguir ostentando influencia en Valencia. Aún así, fuentes cercanas a Calabuig confían en que habrá acuerdo y se evitará que existan dos candidaturas.

EL FIN DE LAS 17 AGRUPACIONES: EL SIGUIENTE PASO

Desde la dirección socialista se estudia, además, poner fin a la medida que adoptó en su día Jorge Alarte de incrementar a 17 las agrupaciones en la ciudad de Valencia. Todavía está pendiente cómo se afrontará este paso y cuándo. Las opciones pasan por regresar a la estructura anterior, con una agrupación por cada junta de distrito más una, e incluso no se descarta la agrupación única para toda la capital.

La razón del retorno a la estructura más reducida es la atomización que, a juicio de diversos cargos del PSPV, se ha producido con el incremento de agrupaciones. "Hay algunas donde no existe una base de militancia y participación suficiente para dotar de peso a la propia agrupación", explican fuentes del partido.

La duda está ahora en si la cuestión se resolverá previamente al congreso local o se espera a dilucidar la cuestión tras el mismo. Por una parte, el deseo sería abordarlo antes, pero ese cambio estructural podría retrasar el cónclave, con lo que los cambios en la conformación de las agrupaciones podría posponerse hasta después del verano.