VALENCIA. El presidente de la Generalitat y líder del PPCV, Alberto Fabra, se enfrenta a dos meses de vértigo como máximo responsable político valenciano. En sus más de 250 días al frente del Ejecutivo y del partido, ha hecho gala de mano izquierda aunque también ha propinado ‘zarpazos' concretos en materia de corrupción, como las destituciones fulminantes de cargos por su implicación en el caso de las ONG o la presión para que Enrique Crespo, imputado por Emarsa, dejara sus cargos.
Ahora, cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya ha dado la señal de inicio en la fase de recortes dirigidos desde La Moncloa, a Fabra se le presentan diversos escollos que superar para conseguir la estabilidad en la Generalitat y en el PPCV.
GOBIERNO VALENCIANO: RECORTES, VENCIMIENTOS Y COMPETENCIAS
El Consell de Fabra ultima sobre la bocina -el plazo expiraba hoy- la recopilación y envío de las facturas al Ministerio de Hacienda para beneficiarse del plan ‘Montoro', que permitirá el pago pendiente a un buen número de proveedores o, lo que es lo mismo, un respiro para las arcas autonómicas.
Tras ello, el Gobierno valenciano recibirá las directrices para presentar el plan de ajustes necesario -antes del 30 de abril- para afrontar con garantías la devolución de lo prestado por el Ejecutivo central y poder cumplir con el objetivo del déficit. Así pues, en los próximos días Fabra deberá concretar cuáles son los próximos recortes necesarios y si, como ha dejado entrever, deberá recuperar el Impuesto sobre Patrimonio que antaño fue rechazado por el PPCV.
De la misma manera, tendrá que defender las directrices que desde Madrid se impongan respecto a una de las cuestiones que ya, sin tapujos, se ha puesto sobre el tapete nacional: el copago farmacéutico.
Mientras, el Gobierno valenciano deberá atender los cerca de 3.000 millones de euros en vencimiento de deuda que expiran en estas semanas. Esta cuestión, sin embargo, es la menos "preocupante" en estos momentos, según recalcan fuentes de la Conselleria de Economía. Desde la Generalitat confían plenamente, como ya recalcó el vicepresidente José Císcar el pasado viernes, en el respaldo del Gobierno de Rajoy para hacer frente a estos pagos.
A todas estas vicisitudes, hay que unir el diseño de un cambio de escenario competencial que Alberto Fabra pretende liderar y que tendrá como epicentro la conferencia de presidentes autonómicos que acogerá Valencia en el mes de junio. Para empezar, el jefe del Consell tiene previsto en las próximas semanas reunirse con los presidentes de las diferentes diputaciones de la Comunitat para acordar la eliminación de duplicidades. Previamente, esta misma semana, se reunirán en Valencia los representantes de diversas corporaciones provinciales para estudiar la modernización de estos organismos.
Además, en los dos meses siguientes empezarán a conocerse los primeros EREs en determinadas empresas públicas. Una de las que ya se ha hecho pública es el Ivvsa, y se espera que en junio se cierre el proceso de extinción y liquidación de las fundaciones así como los primeros detalles del recorte de plantilla en RTVV.
PP VALENCIANO: ENTRE EL REFUERZO DEL LIDERAZGO, LAS CONCESIONES Y EL RECHAZO A LA CORRUPCIÓN
Las decisiones que vaya tomando Alberto Fabra al frente de la Generalitat deberán, para no producirse estridencias que menoscaben su capacidad de maniobra como jefe del Consell, ser apoyadas desde el partido. Dentro de un mes, el líder del PPCV se enfrentará a su primer congreso regional tras su designación ‘a dedo' dentro de la formación ‘popular'.
Fabra tiene ante sí la opción de hacer concesiones o de apostar por designaciones de su absoluta confianza que, no obstante, podrían levantar ampollas en el partido. A día de hoy, según apuntan fuentes del partido, la sensación es de que buscará ‘dar juego' a diferentes barones del partido para asentar su mandato por la vía de los acuerdos.
Eso sí. Siguiendo las directrices de la dirección nacional del PP, Fabra ya ha avisado de que no incluirá en la Ejecutiva a dirigentes que se encuentren imputados en procesos judiciales. Un anuncio que afecta a cargos en activo y que puede complicar el futuro de otros que se encuentran salpicados como es el caso de Sonia Castedo en la trama Brugal.
Esta línea de actuación de Fabra resulta más llamativa aún cuando a finales de este mismo mes se inician las declaraciones por el caso de presunta financiación irregular del PPCV. Un proceso en el que están imputados hasta seis diputados del PP en Les Corts y algunos cargos y excargos importantes del Gobierno Valenciano.
Como fin a los procesos orgánicos, tras el congreso regional, vendrán los cónclaves provinciales. En ellos Fabra deberá decidir que dirección toma el partido en Alicante, fraccionado ahora entre los ‘zaplanistas', ‘campistas' y ‘ciscaristas', aunque sin la postura de enfrentamiento irreconciliable del pasado. En Castellón, deberá lidiar con el relevo de Carlos Fabra, cada vez más cerca de sentarse en el banquillo acusado de varios delitos. El relevo se presume claro en Javier Moliner aunque habrá que negociar las cuotas con el barón provincial saliente con el punto conflictivo de la secretaría general provincial. En Valencia, en cambio, todo apunta a la continuidad de Alfonso Rus.
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