VALENCIA. Ha llegado el momento. Tras meses de incertidumbre y rumores, el Consell de Alberto Fabra se enfrenta este mes de abril a momentos decisivos que marcarán la legislatura. La tramitación de las facturas a proveedores que deberá recibir el domingo como fecha límite el Ejecutivo de Mariano Rajoy, los ajustes que se exigirán al Gobierno valenciano antes del 30 de abril y los 2.000 millones de euros en vencimientos de deuda en las próximas semanas, marcan la agenda inmediata del presidente de la Generalitat.
Las cartas se pusieron ayer bocarriba con el reconocimiento público del propio jefe del Consell de que la puerta a retomar el impuesto sobre el patrimonio está abierta. Este gravamen, que supone unos 80 millones de euros anuales para las arcas de la Generalitat, ha estado muchos meses en el centro del debate por la resistencia a aplicarlo del Gobierno valenciano. Incluso el propio Mariano Rajoy, lo tachó en su día de "injusto, inútil y obsoleto". Ahora, sin embargo, Alberto Fabra ha virado para contemplar la posibilidad de hacerlo efectivo de cara a 2013.
Y no sólo eso. El copago farmacéutico y sanitario, negado hasta la saciedad desde el Gobierno valenciano, también está sobre el tapete. Como informó este diario, las directrices llegarían desde Madrid tras las elecciones andaluzas y asturianas. Así, la ministra de Sanidad, Ana Mato, abrió la veda el jueves al pronunciarse a favor de introducir por primera vez progresividad en el pago de medicamentos recetados por la Seguridad Social.
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, fue aún más lejos al mostrarse partidaria del copago farmacéutico y no descartar el copago por consulta.
Por su parte, Fabra matizó ayer la férrea postura que hasta ahora había mantenido el Ejecutivo valenciano sobre la posibilidad de establecer esta medida. "Es un asunto que debe decidirse a nivel nacional", respondió, preguntado por el citado copago.
Alberto Fabra subrayó que, a su juicio, no debía "tocarse". "En la Administración, al igual que en los hogares, se ha hecho una lista de las cuestiones más y menos importantes, y hay que hacer el ajuste en aquellas que puedan ser prescindibles, las superfluas, entre las que el copago estaría al final de la lista", subrayó.
FACTURAS PENDIENTES, VENCIMIENTOS... Y MÁS AJUSTES
Mientras, el portavoz y vicepresidente del Consell, José Císcar, admitía en rueda de prensa tras el pleno del Ejecutivo que la situación era de "muchísima dificultad". El fin de semana se presenta tenso para la administración valenciana, que apurará el plazo para entregar las facturas solicitadas por el Gobierno central que expira este domingo para beneficiarse así de la línea de pagos a proveedores -no habrá quitas- abierta por el Ejecutivo de Rajoy.
Como ya avanzó este diario, un ‘ejército' de interventores de la Generalitat han acudido durante las últimas semanas a las diferentes dependencias de las consellerias para recabar las más de 300.000 facturas pendientes de pago.
Esta será la primera fase. El Ministerio de Hacienda atenderá las facturas por orden de antigüedad y determinará la distribución del pago los 17.500 millones de euros del plan. Tras ello, será el Gobierno quien indique a las autonomías en qué punto se encuentran y qué esfuerzo deben hacer para beneficiarse del plan puesto en marcha por el Ministerio de Hacienda. Antes del 30 de abril, el Consell deberá tener listo el plan de ajuste en el que se desglosen las medidas que afrontarán para cumplir con lo establecido y garantizar la devolución de lo prestado.
Eso sí, según apuntó ayer el propio Císcar, deberán esperar al Gobierno central para cerrar e implementar las medidas tras el anuncio de un recorte de 7.000 millones en Sanidad y 3.000 en Educación, competencias ambas que dependen de las autonomías.
Otro de los ‘match-ball' de la Generalitat se sitúa, como ya informó Valenciaplaza.com, en el vencimiento de la deuda de las próximas semanas que se cifra en torno a 2.000 millones de euros. Preguntado por ello, Císcar subrayó que la Generalitat tiene el "respaldo" del Gobierno de España para superar estas expiraciones.
En este sentido, recordó que desde Madrid ya se facilitaron 1.022 millones de euros a principios de año para resolver un problema similar. De este inyección, según fuentes de la Generalitat, todavía quedan más de 500 millones de euros con los que, a priori, se abonarán los vencimientos de entidades extranjeras. El resto, se ampliará.
En cualquier caso, un mes delicado enl que deberán resolverse dudas sobre las posibilidades de éxito del Gobierno de Mariano Rajoy y los Ejecutivos autonómicos en la misión de afrontar la crisis económica. La varita mágica, como se preveía, no hará acto de presencia: el ascenso o implantación de impuestos y el recorte de gastos se perfilan, por el momento, como única arma para cumplir con el objetivo del déficit.
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