VALENCIA. "La situación es tan extrema que ya no se puede ir con paños calientes", reconoce un responsable patronal. A pesar de las "intensas y dolorosas" medidas de ajuste realizadas en los últimos meses, las cuentas de las patronales valencianas les abocan a nuevas oleadas de despidos y a la inminente presentación de concurso de acreedores, según fuentes patronales.
"Si no se toman estas medidas, el actual sistema de representación se viene abajo", aseguran. Para poder hacer frente a su futuro, las patronales trabajan con una reducción de la plantilla que podría llegar a más de un 70%, en algunos casos, y la solicitud del concurso voluntario de acreedores por parte de distintas organizaciones "antes del mes de mayo".
Aunque los ingresos por las cuotas de sus socios se han reducido en torno a un 10%, son los impagos de la Administración autonómica lo que ha causado estragos en las entidades. El presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, ha cifrado públicamente la deuda sólo a su organización en 25 millones de euros, mientras que las distintas entidades sectoriales y provinciales de Valencia demandan otros 33 millones de euros.
Por su parte, la alicantina Coepa denunció en diciembre el impago de otros 7,5 millones. La cifra total, según distintas estimaciones, superaría ampliamente los 70 millones de euros que han tenido que adelantar las organizaciones de sus propios fondos o por medio de créditos.
ECONOMÍA DE GUERRA
Los ajustes no son ninguna novedad en las organizaciones empresariales valencianas desde hace meses. Antes de terminar 2011, la patronal autonómica Cierval redujo su personal un 16% hasta quedarse en una docena de trabajadores. La alicantina Coepa aplicó para el presupuesto de 2012 una rebaja del 20% de la partida destinada a recursos humanos, lo que significó 19 despidos, un 15% de la plantilla.
Por su parte, la patronal de Valencia, CEV, hacía lo propio con el cierre de la mitad de sus oficinas comarcales y el despido de un 16% de la plantilla, 8 trabajadores. "En cuarenta años como empresario, nunca había tenido que despedir a un grupo tan numeroso de trabajadores", reconocía ante la Asamblea de la organización su expresidente, José Vicente González, al dejar el cargo en diciembre.
A su vez, las cinco cámaras de comercio suman a la situación general de las patronales la eliminación de la cuota cameral obligatoria que hasta ahora pagaban todas las empresas. Así, en el caso de la Cámara de Comercio de Valencia se ha reducido el personal en un 42% y en la de Castellón, en un tercio.
Los sindicatos también se encuentran en una situación similar y han tenido que aplicar reducciones de plantilla. Aunque el pasado año CC OO pudo limitar los despidos a departamentos concretos, UGT presentó un ERE temporal sobre el 100% del personal y rebajó de 30 a 15 las rescisiones de contrato y prejubilaciones.
UN NUEVO ORDEN EMPRESARIAL
Lo que sí tienen claro las patronales es que no se pueden confiar en recuperar el dinero que han adelantado en actividades de formación que debían haber recibido de la Generalitat, aunque esta las haya cobrado hace tiempo de la Administración del Estado. De este modo, la nueva dimensión no puede plantearse como una solución temporal sino como las bases de un nuevo orden.
La intención es reducir la formación impartida al mínimo y coordinar las actividades entre patronales y cámaras con el objeto de fusionarse, aunque actualmente las trabas legales lo impidan. La definición de las cámaras como entidades de derecho público impide cualquier operación de concentración con las asociaciones, organizaciones privadas, aunque "todo se puede resolver cambiando la ley. No sería la primera vez", aseguran fuentes empresariales.
El sistema de cámaras es el resultado de la disolución de las organizaciones gremiales del siglo XIX, pero la estructura actual se rige por la ley del 22 de marzo de 1993 que las define como órganos consultivos y de colaboración con las Administraciones Públicas.
Sin embargo, el desarrollo de las patronales y su papel de agentes de la negociación colectiva haido debilitando paulatinamente a las cámaras, que desde 2011 han sufrido la pérdida de la cuota cameral por la aplicación del Real Decreto 13/2010 por el que las empresas ya no están obligadas a formar parte de ellas.
PRIMEROS PASOS HACIA LA UNIÓN
En todo caso, la Cámara de Comercio de Valencia y la patronal CEV han iniciado un proceso de paulatina integración por medio de la unificación de comisiones de trabajo. Las primeras que se han fusionado son las de Turismo y Comercio, pero el objetivo es que para el mes de junio se complete el proceso para trabajar a la par y con las menores duplicidades posibles.
Como paso previo a esta sincronización de actividades se formalizó la entrada de los respectivos presidentes en los comités ejecutivos de la entidad contraria. El último en hacerlo fue José Vicente Morata, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, que se incorporó al equipo directivo de la CEV a finales del mes de febrero, quince días después de que Salvador Navarro hiciera lo propio en el de la Cámara
Tanto Navarro como Morata parten de una plena sintonía personal, estrechada cuando Morata ejerció la presidencia de la patronal valenciana de las pymes Cepymev y Navarro, la vicepresidencia. Además, comparte responsabilidades en la mutua Umivale, de la que Morata es presidente.
¿Y todavia estan apoyando la erecapitalizacion de la SGR? No hombre no. La SGR que cierre, que detras de las grandes cifras de las que alardean existe tan solo un bluff. Los 60 millones que comprometia Maximo Buch, que se apliquen a los proveedores o para las patronales.
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