X. AGUAR. 05/04/2012 Pese a que la Ejecutiva de Puig no obtuvo el apoyo esperado, el ‘alartismo' no tiene visos de convertirse en familia de ‘pata negra' que resista como oposición interna. La dirección del PSPV ya ha iniciado el proceso de integración (absorción) o aislamiento

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VALENCIA. Una de las características fundamentales de la conocida como corriente ‘lermista' en el PSPV, ha sido su capacidad para pervivir en situaciones de bonanza y, más importante, en circunstancias donde no tenían el control de la secretaría general del partido, precisamente lo que les había ocurrido desde 2008.

Ahora, con Ximo Puig al mando, máximo exponente de los cercanos a Joan Lerma, se produce la situación contraria para los afines del ya exsecretario general, Jorge Alarte. Sin embargo, no parece que la resistencia vaya a prolongarse durante mucho tiempo, pese a que el 35% de desaprobación a la Ejecutiva formada por Puig podría hacer presagiar lo contrario.

Aunque la citada Ejecutiva no ha satisfecho a buena parte de los que respaldaron a Puig, lo cierto es que la integración de la cuota ‘alartista' ha sido medida de forma milimétrica. Así, Anaïs Menguzzato, Víctor Sahuquillo, Julián López o Jorge Rodríguez, cercanos a priori al entorno de Alarte, son dirigentes sin una vinculación inamovible hacia el anterior secretario general.

Sahuquillo, quien ya estaba en la Ejecutiva del PSPV, mantiene una buena relación con Ciprià Císcar y había sido partidario de llegar a acuerdos antes del congreso para que no se produjera la confrontación. Jorge Rodríguez, alcalde de Ontinyent, se encontraba adscrito al bando ‘alartista' aunque mantuvo contacto estrecho con Puig días antes del congreso. Rodríguez es uno de los pocos referentes municipales que mantiene el PSPV y desde diversas fuentes apuntan a una proyección importante en el partido de cara al futuro.

El diputado Julián López, ha sido nombrado secretario de Economía Pública. Puig ya había anunciado que contaría con él si ganaba pese a ser de la cuerda de Alarte. El trabajo parlamentario de López en estos meses ha sido valorado por los compañeros del grupo y, según apuntan fuentes de la dirección, se le dará "cancha" para trabajar.

Anaïs Menguzzato, también integrada en la Ejecutiva como secretaria de Políticas Sociales, es cercana a Alarte y Salva Broseta, secretario general del PSPV en Valencia ciudad. Menguzzato tampoco es un elemento 'alartista' estridente. De hecho, su marido Vicent Mascarell, es concejal de Gandia y desde su época en Juventudes Socialistas del País Valencià mantiene vínculos firmes con el 'lermismo'.

De esta manera, Puig ha integrado en la Ejecutiva a dirigentes con una afinidad a Alarte de baja intensidad, lo que contribuirá, según opinan fuentes del PSPV, a la integración de buena parte del 35% que votó en contra del actual secretario general.

De la Ejecutiva, eso sí, Puig dejó fuera a ‘pesos pesados' que apoyaron a Alarte. El exalcalde de Elche, Alejandro Soler; la secretaria general provincial del PSPV de Valencia, Carmen Martínez; el diputado nacional José Luis Ábalos, quien ha sostenido el ‘alartismo' en Valencia ciudad o Ángel Luna, exportavoz y baluarte en Alicante del exlíder, son algunos de los casos. Tampoco les sirvió la lucha contra la corrupción a la diputada Clara Tirado, estilete en el caso de las ONG o al alcalde de Albal, Ramón Marí, uno de los azotes en el caso Emarsa.

La resistencia del 'alartismo', de querer producirse, tendría difícil supervivencia. El escaso poder municipalista del partido, en especial en las grandes ciudades, evita que existan alcaldes que puedan sostenerse en su poder territorial. En el caso de Valencia, la situación parece abocada al control lermista: la lógica apunta a que el actual secretario general del PSPV en la ciudad, Salva Broseta, llegue a un acuerdo con el portavoz del grupo municipal Joan Calabuig, de cara al congreso de la ciudad que se celebrará antes de verano.

VÍA LIBRE TAMBIÉN EN JUVENTUDES SOCIALISTAS

Pese a las décadas que acumulan en el partido muchos de los responsables del partido empezando por Ximo Puig, también disponen de una situación favorable en Juventudes Socialistas del País Valencià. En esta ocasión, los 'mayores' y los 'jóvenes' del partido, parecen entenderse.

El candidato a la secretaría general de la organización, José Muñoz, ha aglutinado una mayoría importante con la integración de varias sensibilidades pero manteniendo una sintonía fluida con la actual dirección del PSPV, que ha manifestado al candidato la voluntad del partido de "dejar hacer" a los Joves Socialistes.

De esta manera, JSPV, hasta hace unos meses controlada -al menos en apariencia- por el entorno de Jorge Alarte, tiene visos de recuperar gran parte de su independencia aunque con la lógica vinculación a la dirección del partido. A día de hoy, no se espera una alternativa a José Muñoz, quien anunció su candidatura semanas atrás y dispone de un respaldo mayoritario.