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VALENCIA. La confluencia entre las calles Barcas, Pintor Sorolla, Poeta Querol y Pascual y Genís de Valencia se ha ganado por derecho propio el apelativo de la ‘city' local. Un término seguramente exagerado, más comparado con el referente al que evoca el apelativo, la city de Londres, pero lo cierto es que en esa esquina del centro de la ciudad se concentran las sedes centrales de las principales entidades financieras tanto valencianas como sus territoriales en Valencia.

Banco de Valencia, Catalunya Caixa, Santander, BBVA, Sabadell, Bancaja e incluso la sede local del Banco de España están pared con pared en medio centenar de metros de calle. Y La Caixa, en la propia calle Barcas esquina con el ayuntamiento, y CAM, en Pascual y Genís, pero más cerca de Colón, también tiene sus sedes aquí.

Sin embargo, la reestructuración financiera amenaza con convertir a la ‘city' en una zona fantasma. De momento ya hay dos edificios vinculados a entidades financieras que están prácticamente vacíos y a la espera de nuevos inquilinos. Uno de ellos es la torre del BBVA, que ocupa la esquina de Poeta Querol con Pintor Sorolla.

Otro edificio que ha apagado prácticamente todas sus luces, en este caso incluso las del bajo, es el que ocupa Caja Madrid en Pintor Sorolla. La entidad concentró hace ya más de un lustro sus dependencias centrales en Valencia en esta finca, después de vender el palacete que ocupaba en la señorial calle La Paz a Registradores. La fusión con Bancaja provocó el cierre de la sucursal que ocupaba la planta baja y ya apenas hay actividad den los pisos superiores.

La sede central de Bancaja, a solo unos metros, concentra la actividad conjunta.El banco que preside Francisco González decidió hace dos años concentrar toda su estructura territorial en la sede que tiene en la plaza del Ayuntamiento, dejando la decena de plantas que tiene vacías. El BBVA tiene en venta el inmueble, en el que ocupa únicamente el bajo con una oficina, pero en los dos años que está en el mercado no ha conseguido colocarlo.

La consolidación del sector financiero, sin embargo, puede tener aún nuevas consecuencias. Hay dos grandes edificios de dos entidades financieras que de momento mantienen actividad pero cuyo futuro dependerá de los nuevos dueños. Uno de ellos es la sede territorial de Valencia de CAM, en Pascual y Genís.

El Sabadell, nuevo dueño del negocio de la caja de Alicante, tendrá que decidir qué hace con esta dirección territorial y con el espacio que ocupa, más teniendo en cuenta que el banco catalán tiene también su sede en Valencia en la misma zona, el palacete del Marqué de Huarte, el antiguo Urquijo, recientemente rehabilitado.

El otro, aunque aún es temprano puesto que la entidad aún no se ha vendido, es el que ocupa la sede territorial de Catalunya Caixa, un hermoso edificio que hace chafán entre Barcas y Pascual y Genís. La caja catalana está a punto de ser subastada por el FROB. Dependiendo de quién se lo quede tendrá sentido mantener o no su actividad. De acabar en manos de Santander, como se ha llegado a especular, se llegaría a una situación tan chocante como que las dos sedes en Valencia estuvieran pared con pared.

Todo sin contar con el futuro de Banco de Valencia, cuyo edificio preside la city local. Aunque en este caso parece que independientemente de quién sea su nuevo dueño difícilmente dejaría escapar la posibilidad de ocupar un edificio que es todo un símbolo.

La situación de la city valenciana abunda en los problemas del sector inmobiliario de la ciudad. La crisis ha vaciado muchos edificios de oficinas, lo que ha provocado un exceso de oferta que dificulta tanto su venta como su alquiler a precios rentables para los propietarios.