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VALENCIA. "Hoy no hace falta poner un anuncio, porque sólo acudirán los que buscan empleo y no sólo los que no interesan", advierte Pedro Rojas, director de Proyectos Formativos en el Instituto de Innovación Digital de las Profesiones.

Muchos profesionales ignoran las posibilidades que ofrecen las principales redes sociales para resultar interesantes a las empresas que buscan talento. Independientemente de que se busque o no empleo de forma activa, cualquier trabajador puede ponerse en valor tanto delante de futuro contratadores como ante la propia empresa.

Ninguna red es superflua. Aunque Linkedin se ha convertido en la plataforma líder para desarrollar la carrera profesional, cualquier contenido que se tenga en Facebook o Twitter es monitorizado por las compañías de headhunters. Lejos de ser una práctica intrusiva, estas prácticas pueden beneficiar al profesional, si recuerda que todos los contenidos que se publican en las redes son accesibles de forma directa o indirecta.

EL DIRECTIVO Y SUS CIRCUNSTANCIAS

Los perfiles, si están bien redactados y gestionados, ofrecen a las empresas tanto la profesión como la experiencia laboral y personal del potencial candidato. Igualmente, se buscan los grupos o eventos en los que se reúnen expertos. Los etiquetajes en las fotografías o la simple confirmación de una invitación puede atraer a quien busca cubrir una plaza del perfil para los que están prescritos estos actos.

A la hora de buscar, "cuanto más eficaz sea la empresa en el control del algoritmo que rige las búsquedas, el resultado será más próximo a nuestros intereses", apunta Rojas. Además, al utilizar las redes sociales se puede disponer de una cartera de aspirantes conscientes o inconscientes más útil para la compañía.

Aunque el curriculum de Linkedin puede informar de las cualidades técnicas de la persona, la actividad en Facebook o Twitter completará el informe al confirmar la proximidad del profesional a la cultura de la empresa y a sus valores. La participación en causas humanitarias, los intereses culturales o la forma de expresión pueden ser importantes para valorar la idoneidad del aspirante.

CÓMO SEDUCIR AL DIRECTIVO

Cuando el profesional no busca un cambio de empleo, la empresa que aspira a contratar sus servicios ha de mostrar su interés por él para allanar el camino de la futura oferta que se le quiere hacer. No hay un modelo único de acercamiento, ya que dependerá de lo que se busque, pero sí hay unas normas generales de seducción.

"La aproximación ha de hacerse de forma muy técnica, teniendo en cuenta lo que se quiere de esa persona y lo que esta puede ofrecer", señala Rojas. La duración de este cortejo es de mes y medio o dos meses y debe conseguir un mutuo conocimiento e interés.

Los detalles de este proceso serán abordados por Pedro Rojas en la conferencia Recruiment 2.0: Cómo captar talento a través de las Redes Sociales, que impartirán en la próxima edición del certamen Feria Talent de Feria Valencia.