VALENCIA. Jorge Alarte (Alaquàs, 1973), recibe a Valenciaplaza.com en la cuarta planta de la sede de Blanquerías. El actual secretario general del PSPV se muestra sonriente y no pone ninguna objeción a dejarse fotografiar en la terraza del edificio.
Mientras posa, charla animadamente sobre los días decisivos que vive al frente del PSPV, que celebrará el próximo fin de semana el congreso que dirimirá si continúa como secretario general o si, por el contrario, los delegados escogen respaldar a otro de los aspirantes.
De vuelta a su despacho, pide un té y ofrece la cortesía también a sus invitados. Alarte se sienta en un sofá y, solícito, responde a más de una veintena de preguntas con seguridad y concisión. Aunque no tutea, su tono es cercano, si bien revela cierta solvencia algo estridente que podría confundirse con soberbia. Se muestra convencido de sus argumentos y transmite que debe ser difícil convencerle de lo contrario. Desprende una gran confianza en sí mismo.
El que fuera alcalde de Alaquàs durante una década (1999-2009) ha vivido una legislatura complicada: crisis económica, malos resultados electorales y pérdida de militancia. Sin embargo, eso no parece haberle restado ni un ápice de optimismo a la hora de afrontar un nuevo mandato al frente del PSPV.
-Enhorabuena en primer lugar, dado que hoy (por ayer) se ha conocido que la causa sobre el informe de corrupción que publicó el PSPV ha sido archivada.
-Gracias, aunque la verdad es que no me preocupaba mucho. Siempre pensé que era algo infundado.
-Cuatro años después, el PSPV se enfrenta de nuevo al proceso congresual con dudas. ¿Qué ha pasado en este tiempo?
-Hemos atravesado una época de tremendas dificultades. Una de las peores crisis económicas de la historia de España. Una crisis global y mundial que todavía no ha acabado y que ha generado al PSOE un nivel de desafección muy importante. El paro, la gestión de la crisis, la explicación de la crisis... todo ha recaído sobre nuestras espaldas única y exclusivamente y con un nivel de desgaste sin precedentes para ningún partido político. Un proceso que ha pasado en toda España y en todos los países europeos. Evidentemente también nosotros los socialistas valencianos acarreábamos ya muchos problemas pendientes en nuestra historia desde 1993. Y desde la autocrítica, como es lógico, también hay problemas propios. Este sería el marco general. Pero quiero recalcar que hemos peleado.
-Ya que en estos días pocos son los que hablan de sus virtudes, cuénteme cuáles han sido los aciertos de su mandato.
-Tomamos una serie de decisiones políticas de calado. Combatir la corrupción sin concesiones. Creo que hemos sido valientes y les hemos dado ‘duro'. Pienso que Francisco Camps no es presidente por nuestra acción contundente y firme. No sólo mía, sino por el conjunto de la dirección y la actuación de Ángel Luna y los diputados. En segundo lugar, recuperamos la autonomía política del socialismo valenciano. Fuimos autónomos evitando la derogación del trasvase Tajo-Segura, también diciendo que el ATC se instalara en Zarra y fuimos los únicos que presentamos una propuesta para salir de la crisis económica: el programa de saneamiento y reforma de la economía valenciana, con el objetivo de crear empleo, aumentar la competitividad y salir del bache en el que nos encontramos.
-¿Algún error que esté dispuesto a aceptar?
-Muchísimos. Soy una persona humilde y que practica la autocrítica más de lo que parece. Creo que deberíamos haber reflexionado bien antes de implantar las nuevas estructuras provinciales. Esto fue una decisión heredada que deberíamos haber pensado más. Una de las propuestas de cambio es recuperar la estructura comarcal para vertebrar el PSPV. Hay una gran unanimidad sobre esta propuesta.
-Dicen de usted que ha querido imprimir al partido un carácter demasiado presidencialista, que ha fomentado la desunión y que Blanquerías ha perdido el pulso con la militancia. Parece difícil que haya podido hacer todo eso usted solo...
-Parece que hay un intento de aunar sensaciones negativas para generar alternativas de poder interno. Esas simplificaciones no funcionan porque todos en el partido sabemos ‘quién es quién'.
-Su gestión fue mayoritariamente rechazada en las asambleas. ¿Cree que lo de ‘tumbar' su gestión fue un hecho auspiciado por otros aspirantes? Y si no, ¿a qué lo atribuye?
-Es que eso no es así. El debate de gestión se hace en el congreso. No hay una contabilidad sobre el resultado de las votaciones de las 400 asambleas...
-Pero en las tres capitales, por ejemplo, no se ha aprobado...
-En algunas localidades no se ha aprobado. Y en otras muy importantes como Villarreal, Elche o Quart, han dado su apoyo. El debate de la gestión no es una cuestión de especulación mediática. Se hará en el congreso, se reflexionará y se votará allí. En cualquier caso, la gestión del PSPV es la gestión de todos los órganos colegiados: de su Comité Nacional, de la comisión ejecutiva... es la política que hemos hecho juntos en estos años. Lo que se hace en esta línea de intentar generar descontento es focalizar toda la gestión en mi persona. Pero mire, yo terminé el otro día en el Jardín Botánico con una frase de Alfredo Pérez Rubalcaba en el congreso de Sevilla que me gusta mucho. "A mi no me quebrarán". Y yo digo lo mismo. "A mi no me quebrará la derecha".
-¿Si su gestión es rechazada mayoritariamente del congreso se presentará para la reelección?
-No contemplo ese escenario. La gestión como es de todos, no creo que todos, a nosotros mismos nos inhabilitemos. La reflexionaremos juntos. No voy a especular sobre ese asunto.
-Usted ha facilitado consenso interno en asuntos como la elaboración de listas o en diferentes órganos de dirección o comités de campaña... ¿se siente traicionado?
-No. En absoluto. Cada uno responderá en el congreso por su actuación o sobre porqué ha cambiado de opinión. Pero yo no tengo esa sensación hacia ningún compañero y, de hecho, en las agrupaciones percibo sensación de normalidad.
-Usted asegura que hay encuestas que dicen que ahora el PPCV ya no tendría mayoría absoluta. De ser así, ¿no sería una pena para el PSPV que, tras una legislatura tan difícil, ahora empezara a haber frutos y todo se viera truncado por un proceso cerrado en falso?
-Debemos hacer una apuesta de optimismo para darnos una oportunidad colectiva. Esas encuestas también son las del Partido Popular, porque no ha salido a contestar con ningún sondeo. Es un dato. Y las elecciones andaluzas indican que no vamos desencaminados en esto. Tenemos que darnos una oportunidad, no caer en el cainismo ni en el revanchismo. Debemos ser capaces de salir adelante. La gente espera todo esto de nosotros. Este congreso es vital para el socialismo valenciano: está en nuestras manos que haya cambio en 2015.
-Quedan pocos días para el Congreso del PSPV. ¿Qué posibilidades reales hay de que exista un acuerdo que evite la presencia de más de un candidato?
-Hablo con todo el mundo, con todos los compañeros y voy a seguir haciéndolo. Una vez se declare abierto el congreso daré cuenta de las gestiones a los delegados.
-Si lo importante es salir unido del congreso y con el máximo respaldo posible, ¿no sería lógico que pudieran llegar aun acuerdo con la candidatura que tiene un número de apoyos más importante que es, según todos parecen coincidir, la de Ximo Puig?
-Soy más ambicioso aún. La solución real es que no exista ninguna exclusión. Una amplia mayoría y un congreso de unión.
-¿Y por qué estamos a tres días del congreso y no existe un acuerdo?
-Porque nosotros tenemos nuestras dinámicas. Tenga en cuenta de que nosotros sí que votamos en los congresos, a diferencia de otros.
-¿Estaría dispuesto a aceptar algún acuerdo en el que usted no fuera secretario general?
-No. La coherencia en política es fundamental. Los secretarios generales se marchan por causas muy tasadas, muy concretas, y ninguna de ellas se viene produciendo. Así que no hay ningún inconveniente para pedir de nuevo la confianza de los delegados.
-¿No seguirá de portavoz si no continúa como secretario general?
-Por supuesto que no. Dejaría la portavocía inmediatamente. Si no tengo la confianza de mis compañeros me quedaré en el escaño 99 y al servicio de mi partido.
-¿De qué aspirante se ve más alejado a día de hoy?
-De ninguno. No hay diferencias de proyecto entre nosotros. Son de trayectoria, biografía y referencias históricas.
-Señor Alarte, ¿qué dice Alfredo Pérez Rubalcaba del congreso valenciano?
-Muestra respeto y neutralidad a la decisión de los delegados. Como yo le pedí, además.
-¿Cree que prefiere a Francesc Romeu en vez de a usted?
-Su preferencia es la que decidan los delegados en votación libre.
¿es poco concreta que te reprueben tu gestión? A cualquier directivo lo hubieran despedido, pero en la política.... ¡que ejemplo para la sociedad!
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