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VALENCIA. Un día y medio de debate en las Cortes Generales sobre el estado de la nación. El quinto de José Luís Rodríguez Zapatero. Hemos oído hablar todo lo que se supone que preocupa en la nación: mucho estatuto de Cataluña, mucha economía, mucha adelanto de elecciones pero también hemos escuchado las inquietudes de los ciudadanos catalanes, de los ciudadanos vascos y hasta de los canarios.

Se ha hablado de vivienda, de pobreza, de los anuncios de prostitución... Hasta sabemos por dónde van los tiros de la economía sostenible en las Islas Canarias y sus problemas con la pesca. De las inquietudes del País Vasco, de Galicia... Pero no hay noticias de la Comunitat Valenciana. Una vez más.

¿Qué ocurre con la Comunitat Valenciana y sus representantes políticos? Es evidente que la configuración del Parlamento con el reparto de la representación parlamentaria para las comunidades autónomas aboca a situaciones tan extrañas como que algunas con la mitad de habitantes o menos que la CV lleven hasta allí asuntos específicos. Pero no me puedo creer que no haya nadie que sugiera, siquiera musite, algún asunto referido a nuestro territorio, a nuestra economía. Es evidente que nuestros asuntos no afectan al estado de la nación o que ni Zapatero, ni Rajoy ni ninguno de nuestros representados en la cámara alta lo consideran de ese tenor.

El resto de ciudadanos españoles puede estar tranquilo que aquí sólo tenemos el problema de la corrupción, es lo único que les llega. Parece -visto así- como si esa sangría hubiera dejado sin fuerza a la sociedad valenciana y aquí sólo se respirara por esa herida cuando hay muchos otros problemas que afectan al bolsillo, al bienestar, al futuro de los valencianos que no se debaten en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo. Hay que recordar que en el discurso de investidura de Zapatero se le "pasó" dar su apoyo a la Copa del América. Por ahí empezó toda una historia de distanciamiento con la CV que cada día se ratifica por insensibilidad o por lo que sea.

Lo mismo se puede decir del líder del PP, quien, una vez más y como en las dos anteriores debates del estado de la nación no acudió a la sesión plenaria. Se ve que tampoco contaba Valencia.

Lo que es peor es que después de ese ninguneo, después de ese no estar en el principal debate político del año, eso no parece importar a los políticos valencianos... Nadie, excepto Compromís, parece se ha sentido concernido con la cuestión. Ni siquiera el Consell, habitualmente engrescado con el gobierno de Zapatero, ha dicho esta boca es mía.

¿DÓNDE ESTABAN ESTOS MAGISTRADOS?

El tribunal de la sección primera de la Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia no ha podido ser más explícito ni menos directo a la hora de contestarle a la empresa mixta del IVVSA de cuando Rafael Blasco y la Llanera de Fernando Gallego sobre cómo afecta la aprobación provisional de PGOU de Catarroja, donde se pretende levantar el Nou Mil.leni con 12.000 viviendas, al auto anterior que tiene paralizado desde abril del año pasado el macroproyecto.

El auto de la semana pasada firmado por los magistrados Edilberto José Narbón, Carlos Altarriba y Francisco Sospedra rebasa su papel de resolución de alcance y profundiza en los caladeros del urbanismo sostenible con una filosofía que tira de espaldas por lo sorprendente y contundente, al advertirle a los recurrentes, que buscaban el fin de la suspensión del proyecto dictado por la falta de recursos hídricos para los futuros vecinos, que "no es un uso razonable aquel que exprime el suelo - ojo al verbo empleado- en los términos que proponen los actos recurridos". ¿Dónde han estado estos magistrados todo este tiempo? ¿Hay algunos más que piensen así?

Van a más en su escueto pero contundente escrito al advertir - no sé si está dentro de sus funciones- que "hoy pensamos que esas magnitudes están fuera de la realidad". De hecho señalan que "nosotros sólo valoramos jurídicamente esos instrumentos, no hacemos prospecciones sobre la oportunidad". ¿Aunque bienvenida sea, no les parece que llega un poco tarde esta sana filosofía de evitar la sobreexplotación del suelo valenciano?

Si hubieran surgido antes de entre los tribunales voces y sentencias que partieran de esa premisa, otro gallo nos hubiera cantado en los últimos años de depredación del suelo. Si hubieran parado las malas prácticas que han llevado a agotar el principal recurso de la CV y hubieran ceñido una legislación que parecía propiciar todo tipo de desacatos con el medio ambiente, seguro que no hubiéramos llegado a la urbanización de 120 millones de metros cuadrados en los últimos 10 años por obra y gracia de la ley reguladora de la actividad urbanística, o la tristísima e irreversible realidad de que el 33% de la superficie ocupada en el primer kilómetro de litoral está levantada a base de cemento, como ha venido a recordarnos Greenpeace.

Decirle ahora a las promotoras de ese gran proyecto que pueden seguir avanzando en la tramitación administrativa pero que no esperen poner una sola piedra suena a un sarcasmo, por más que plausible, difícilmente digerible.

Pero, en fin, todavía estamos a tiempo de impedir que cada día se destruyan 7 hectáreas de suelo virgen.

MÁS PROBLEMAS PARA EL DUEÑO DE MARSANS

Los problemas a los que se enfrenta el nuevo dueño de Viajes Marsans no son sólo de orden económico, laboral y judicial, que ya es decir. Otro más, uno doméstico, de esos que importunan el día a día, ha venido a añadírsele. Anda Angel del Cabo a líos con el Ayuntamiento de Chiva porque las obras del chaletazo que se ha construido en los últimos años en una distinguida urbanización de la zona están planteando algún que otro problema con los vecinos y hasta ha tenido que intervenir el ayuntamiento. Ya se sabe cosas de medianera, muros infranqueables, bajantes... El hombre sin rostro tendrá que dar la cara, al menos allí.

RECURSO SINDICAL, MALA SEÑAL

Y por no salir de los tribunales llega una mala señal también desde el Tribunal Superior de Justicia que ha admitido a trámite el recurso que planteó la Intersindical Valenciana contra la reducción del sueldo de los funcionarios decretada por el Gobierno de Zapatero como una de las medidas más importantes para evitar que España caiga al abismo gracias a una reducción importante del gasto público. Es la principal contribución de los únicos trabajadores en España que tienen asegurados su puesto de trabajo, que gozan de unos privilegios impensables para el resto de los empleados. No lo han visto así los sindicatos ni buena parte de los empleados públicos. Los sindicatos, que deberían revisar, aprovechando la gran crisis que sacude el mundo entero y especialmente España, su misión en el mundo económico, han acudido al resabio de los convenios y la justicia, que se basa en las garantías procesales para quienes apelan a ella, ya ha dado su primer paso. En los tribunales nunca se sabe cómo van a acabar las cosas. Una sentencia en contra de la reducción de los salarios públicos podría dar al traste con la recuperación y la confianza que a duras penas está recuperando la España loca de Zapatero.