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RIO DE JANEIRO (EFE). El encuentro entre la jefe de Estado y los presidentes de las mayores empresas de Brasil resultó en un compromiso de ambas partes para aumentar las inversiones y acelerar el crecimiento de la economía, según resumió el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, en una rueda de prensa.

De acuerdo con el ministro, para incentivar a las empresas a invertir, el Gobierno extenderá a varios sectores de la industria las rebajas en los costos laborales que han sido concedidos a algunos ramos con dificultades por la crisis económica global.

El Ejecutivo concedió el año pasado reducciones en los impuestos que inciden sobre la nómina salarial a los sectores más afectados por la crisis, como confecciones y software.

Ese incentivo, que beneficia especialmente a las empresas que demandan elevada mano de obra, puede ser extendido inicialmente a diez sectores con los que ya es negociada la reducción, según Mantega.

"Estamos abiertos a negociar con cualquier sector industrial que desee una reducción de los costos. Estamos preparando varias medidas para ampliar los beneficios y reducir el costo de la mano de obra sin perjudicar a los trabajadores", afirmó.

"El Gobierno va a crear aún más facilidades para reducir el costo de las inversiones. Vamos a reducir tributos sobre las inversiones y sobre los costos laborales", afirmó el ministro.

Agregó que el Gobierno también reducirá las tasas de interés sobre los créditos solicitados por las empresas en los bancos estatales para aumentar sus inversiones y cualquier otra barrera que dificulte la inversión.

En la reunión a la que asistieron los presidentes de los mayores bancos del país, como Itaú y Bradesco, el Gobierno también se comprometió a estudiar medidas que permitan reducir el costo del crédito en Brasil.

Mantega aseguró que, al contrario de algunos países que enfrentan la crisis con medidas restrictivas, Brasil no adoptará políticas que puedan reducir el consumo y frenar el crecimiento económico.

"Brasil tienen que ser competitivo pero a nuestra manera y no copiando los instrumentos que otros están adoptando. No haremos más competitivo al país haciéndole pasar hambre a los trabajadores. Alcanzaremos la competitividad con el trabajador ganando más, ampliando el mercado consumidor, mejorando la demanda y estimulando las inversiones", aseguró.

El ministro dijo igualmente que algunos de los empresarios presentes en la reunión expusieron proyectos de inversión que suman cerca de 20.000 millones de dólares. "Percibimos que varios sectores están animados para realizar grandes inversiones en Brasil", afirmó.

El Gobierno considera que la inversión privada tiene que aumentar para que el país pueda alcanzar el crecimiento económico del 4,5 por ciento previsto para este año.

Pese a que se consolidó como la sexta mayor economía del mundo, Brasil tan sólo creció el año pasado un 2,7 por ciento, por debajo del 7,5 por ciento de 2010.

Entre los empresarios que participaron en la reunión con la mandataria estaba Eike Batista, propietario del conglomerado EBX y considerado por la revista Forbes como el segundo hombre más rico de América Latina.

Igualmente acudieron al encuentro los principales ejecutivos de las grandes multinacionales brasileñas como Vale, Embraer, AmBev, Marcopolo, Coteminas, Camargo Correa, Odebrecht, Andrade Gutierrez y Companhia Siderúrgica Nacional.