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MADRID. El gobierno peruano ha anunciado que ejercerá su soberanía sobre el lote 88 del gas de Camisea, en el que participa la española Repsol YPF, para masificar el consumo de estos hidrocarburos en el mercado interno y abaratar su precio a favor de los sectores populares, según anunció el pasado sábado a los medios de ese país el presidente peruano, Ollanta Humala.
El máximo mandatario de Perú añadió que su Administración está trabajando para cumplir esa promesa y decirle al pueblo "tarea cumplida. Vamos a ejercer la soberanía del Perú sobre el lote 88 del gas de Camisea para que se vuelva al interés público y se destine al mercado interno. De esa manera le vamos a dar gas barato a nuestras familias y hogares", explicó.
La española Repsol YPF, que lleva a cabo actividades exploratorias en el Perú desde 1996, participa con un 10% en el Consorcio Camisea junto a Pluspetrol, Hunt Oil, SK Energy, Tecpetrol y Sonatrachel. Este consorcio, según datos de Repsol YPF, es el encargado de producir y procesar gas natural y sus líquidos en las plantas de Malvinas y Pisco. Las reservas de Camisea son del orden de los 8,7 trillones de pies cúbicos de gas y de 545 de barriles de hidrocarburos líquidos.
TONO AMENAZADOR
Las palabras del máximo mandatario peruano suenan muy amenazadoras para Repsol y sus socios en Camisea, más en estos momentos en que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner tiene en marcha una campaña apoyada por las provincias petroleras para renacionalizar la filial argentina de Repsol, el grupo YPF, al que acusa de no hacer las inversiones suficientes.
No obstante, pese al tono claramente acusador y populista de Ollanta Humala, desde la petrolera española no han visto nunca problemas en que el gas del Lote 88 de Camisea se destine mayoritariamente al consumo interno peruano, según declaró el pasado mes de octubre en Perú el propio presidente de Repsol, Antonio Brufau, tras reunirse con Humala.
Brufau sostuvo entonces que existe suficiente gas para abastecer el mercado interno sin tener que perjudicar la exportación, y añadió que intentaría convencer a sus socios del Consorcio Camisea para que esta posibilidad se hiciese realidad. Repsol tiene previsto invertir en el Perú entre 2.500 y 3.000 millones de dólares en los próximos cinco años.
PÉRDIDA DE NUEVAS CONCESIONES
Por otro lado, hoy está previsto que se celebre un nuevo consejo de YPF en Buenos Aires en medio de la máxima tensión, sobre todo tras conocerse que otra provincia petrolera argentina, Neuquen, retiró dos licencias de explotación a YPF, uniéndose a lo hecho ya en otras concesiones por las provincias de Santa Cruz y Chubut.
A través de un comunicado, el subsecretario de Minería e Hidrocarburos de Neuquén, Héctor Mendiberri, anunció que la provincia ha decidido retirar a YPF las concesiones de explotación "de acuerdo a la Ley de Hidrocarburos", y dárselas a la empresa estatal Gas y Petróleo del Neuquén.
Las autoridades argentinas acusan a YPF de falta de inversiones y de la caída en la producción, pese a que la empresa sostiene que duplicó sus inversiones en Argentina el pasado año en exploración y refino hasta los 3.000 millones de dólares.
Desde que empezó la escalada gubernamental contra la petrolera, informa Ep, el valor de YPF, que cotiza en Bolsa, ha caído sobre un 20 %, y las licencias de explotación pérdidas suponen cerca de un 4 % de su producción total de crudo y gas en Argentina. Además, expertos del sector no descartan que YPF pueda perder nuevas licencias en la provincia de Mendoza, mientras que el gobierno de Salta anunció también que ha pedido a varias operadoras que presenten, antes del próximo día 31, un plan de inversiones 2012-2013 para la provincia.
A LA CAZA DE LOS DIVIDENDOS
En medio de esta campaña, hoy está prevista la celebración de un nuevo consejo de YPF, que será clave en el conflicto que mantiene la compañía con el Gobierno argentino.
Tiene que convocar junta de accionistas para hacer una propuesta de dividendos, ya que este punto quedó pendiente en la última reunión del consejo del pasado 8 de marzo, cuando el representante del Estado argentino en el consejo, Roberto Baratta, se opuso a la aprobación de las cuentas de 2011 y reclamó la creación de una reserva de inversiones para exploración y explotación de hidrocarburos con los dividendos. La reserva, según la propuesta de Baratta, se crearía con los resultados no asignados de los ejercicios contables de 2010 y 2011.
PETERSEN TIENE QUE PAGAR INTERESES
Pero es que además, la española tiene otros problemas derivados del interés del Gobierno argentino en impedir que YPF reparta dividendos, unos 1.000 millones de dólares al año. El segundo accionista de YPF, el grupo argentino Petersen, controlado por la familia Eskenazi, los necesita para pagar los intereses con los que compró sus acciones. Petersen necesita los dividendos ya que adquirió a crédito la mayor parte de su participación del 25 % en YPF, que compró por unos 3.340 millones de dólares. Y Repsol le prestó la mitad del dinero.
Luego si Eskenazi no paga, Repsol y los bancos no cobran. Y hay algo peor todavía, y es que como la garantía del préstamo son las propias acciones, se puede dar la posibilidad de que Repsol pudiera aumentar su participación por un lado, mientras por otro, es renacionalizado por las provincias o el Gobierno argentino.
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