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MADRID. La Fundación de Caja Madrid negocia en la actualidad con varios interesados la venta del Palacio de la Música de Madrid, situado en la Gran Vía madrileña, según ha sabido Valencia Plaza de fuentes próximas a la operación.

Al parecer, hay conversaciones bastante avanzadas con algunas compañías del sector del teatro músical y productores de este tipo de espectáculos, pero también hay otro tipo de inversores interesados, según las mismas fuentes. La mayor parte de las antiguas salas de cine de la Gran Vía se están destinando en estos momentos a ofrecer musicales.

La decisión de vender el histórico edificio coincide en unos momentos en los que Bankia está intentando consolidar su proyecto de fusión en solitario ante los nuevos requerimientos de provisiones de Real Decreto de Reforma Financiera del pasado febrero.

La entidad financiera presidida por Rodrigo Rato, ha agrupado recientemente todos sus activos inmobiliarios en una única sociedad independiente con el nombre comercial de Bankia Habitat, para intentar vender 9.000 inmuebles este año, el doble de las que vendió el pasado año, buscando fondos de inversión extranjeros como posibles compradores. No es descartable que haya también operaciones de reducción de la cartera industrial del grupo financiero para cumplir con la reforma del ministro de Economía, Luis de Guindos.

INMUEBLE HISTÓRICO

Respecto al edificio de la fundación en Gran Vía, se trata de un inmueble histórico con un alto grado de protección, que fue construido por el arquitecto Secundino Zuazo en 1928, cuando se desarrolló la Gran Vía de Madrid, de unos 6.000 metros cuadrados. La construcción está protegida con el nivel máximo tanto en su interior como la fachada y ha objeto de numerosas negociaciones entre la fundación y el Ayuntamiento de Madrid, para preservar la esencia del edificio.

La fundación de Caja Madrid adquirió este inmueble en 2008 a la empresa Filmófono S.A cuando se explotaba como cines, para convertirlo en un auditorio que pudiera acoger toda la programación musical de la fundación y puso en marcha un ambicioso plan de reforma con un presupuesto, que según las fuentes consultadas podría haber terminado en torno a los 15 millones de euros. Durante los últimos años se han estado ejecutando las reformas y actualmente se encuentran ya casi terminadas.

UN GRAN AUDITORIO

El proyecto arquitectónico, según explicó tras su compra la Fundación de Caja Madrid, buscaba convertir las antiguas salas de cine en un gran auditorio, para lo que se había que modificar los sótanos, que se convirtieron en los años ochenta en dos minicines, para albergar ahora unos vestuarios y camerinos, así como también una sala de ensayo para los artistas. Respecto a la sala principal, los planes eran aumentar los metros del escenario para que cupiera una orquesta con 100 músicos y un coro de unas 60 personas, para lo que se habría suprimido alguna fila de butacas.

Asimismo, en la parte superior donde había una vivienda, estaba previsto levantar una sala polivalente respetando la parte de se proyecta sobre la fachada. Estaba previsto terminar las obras en otoño de 2011.

El edificio se diseña y construye durante el proceso de construcción de la Gran Vía madrileña en un solar de unos mil metros cuadrados. Inicialmente iba a ser una sala de conciertos pero en 1928 se comenzó a utilizar como sala de cine. Se pensó en denominarlo Cine Olimpia, posteriormente Musical Cinema y finalmente Palacio de la Música, que fue el nombre definitivo. La primera película proyectada en 1926 el cine fue La venus americana, de Frank Tuttle. Para el diseño del interior el arquitecto Zuazo se inspiró en el Hospital de la Caridad de Sevilla.