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VALENCIA. Ayer se celebró una comida-coloquio organizada por el Club Jaume I, en la que intervinieron Jordi Palafox, catedrático de Análisis Económico; Joaquín Maldonado, experto en banca y tesorero de Pro Banco Valencia y Diego Muñoz-Cobo, abogado. Ell encuentro, al que acudieron 50 miembros del Club Jaume I, fue moderado por su presidente, Antonio Sotillo, y las intervenciones suscitaron un amplio debate.

En su intervención, Jordi Palafox analizó el proceso que ha conducido a la pérdida de las principales entidades financieras valencianas y sus efectos sobre el futuro. A pesar de todo ello, Palafox se mostró optimista si con ello, "de una vez, los ciudadanos de la Comunidad Valenciana toman conciencia de que son ellos los que deben de defender sus intereses". Asimismo, afirmó que "Bankia (Caja Madrid) debiera ser prudente a la hora de dar lecciones puesto que es una de las entidades que más ayudas públicas ha recibido y, con sus resultados actuales, es complicado prever cómo las va a devolver".

Joaquín Maldonado se refirió a la inferioridad de condiciones en la que quedarán las empresas valencianas si pierden la última entidad financiera implantada en la Comunitat Valenciana, con carácter de proximidad, eficacia e inmediatez. Insistió en la importancia que para el futuro socio de referencia del Banco de Valencia tendría mantener los más de 47.000 accionistas, y potenciales clientes actuales. Maldonado destacó que "el hecho de que se haya conseguido la aprobación por unanimidad de una Proposición no de Ley en les Corts Valencianas, demuestra el respaldo social y político al mantenimiento de la personalidad valenciana del Banco de Valencia".

El abogado Diego Muñoz Cobo expuso, por su parte, las responsabilidades jurídicas en las que han incurrido, a su juicio, los miembros del consejo de administración y principales ejecutivos y la forma de afrontar la situación delicada en la que quedan los intereses de los accionistas del Banco de Valencia.

A propuesta de los miembros asistentes, el Club Jaume I, a través de su presidente Antonio Sotillo, manifestó su apoyo a la permanencia del Banco de Valencia.