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VALENCIA. La necesidad de aumentar los ingresos en las arcas públicas ha convertido el copago sanitario en uno de los ejes sobre el que gira la agenda política en los últimos meses. Las fórmulas son diversas y las justificaciones variopintas: desde el mero interés recaudatorio hasta la moderación del gasto de los usuarios.

Desde la Generalitat, se ha rechazado públicamente la posibilidad de implantar cualquier tipo de copago sanitario. La última vez, ayer en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell. El vicepresidente y portavoz, José Císcar, subrayó que el Gobierno valenciano no establecería "copago" ni incrementaría "los impuestos generales" para cumplir el objetivo del 1,5 por ciento del déficit marcado por el Gobierno central y estimado en 500 millones de euros. Eso sí, Císcar puntualizó que la Generalitat no descartaba implantar "tasas específicas" para alcanzar la cifra necesaria.

No obstante, como ya informó este diario, otras fuentes de la Generalitat sí han apuntado a la necesidad de ahorrar en gastos farmacéuticos o imponer otro tipo de tasas que algunos consideran un 'copago encubierto'. Hasta ahora, la conselleria ha impulsado medidas como el pago de tres euros por tarjeta sanitaria en caso de robo, extravío o deterioro o en algunos centros se ha impuesto un pago por informes médicos determinados.

Todavía no se ha llegado, eso sí, al nivel de Cataluña, donde en los próximos meses entrará en vigor el cobro de un euro por receta, pese a que se ponía en tela de juicio la medida dado que podía entrar en conflicto con leyes estatales que establecen la igualdad de todos los españoles en el acceso a los medicamentos. Sin embargo, la tasa impuesta en Cataluña está 'disfrazada' de pago para la implantación de la receta electrónica y mejora de este servicio. Esta iniciativa, con fecha de caducidad de dos años, obtuvo la aprobación el pasado de miércoles del Consejo de Garantías Estatutarias, con lo que el Govern de Arturo Mas podrá ingresar en torno a 100 millones de euros.

Esta iniciativa queda alejada todavía de un estricto copago sanitario que implique, por ejemplo, abonar una cantidad cada vez que se acuda a una consulta. Pese a que las competencias en Sanidad están transferidas a las autonomías, una medida de este calibre, más allá de la posibilidad legal de aplicarla, "rompería la equidad dentro del sistema sanitario español", opina el portavoz de Sanidad del grupo socialista, Ignacio Subías.

Pese a las reticencias públicas de las voces oficiales de la Generalitat, gestos como el acaecido esta semana en el Congreso de los Diputados dan la razón a los que opinan dentro del Gobierno valenciano que la puerta a un copago sanitario -aunque sea de un modo encubierto- está abierta de par en par.

El pasado miércoles, durante la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja, el debate giró en torno del copago debido a la proposición no de ley de Izquierda Unida que instaba a que el Congreso de los Diputados posicionara su rechazo respecto a cualquier medida que implicara el citado copago sanitario. PP y CiU votaron en contra. Es más, en su intervención, el diputado del grupo ‘popular' y vicepresidente de la comisión, Antonio Román, subrayó que su partido propondría y apoyaría "actuaciones para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) por el lado de la oferta pero también por el de la demanda". En este sentido, mencionó que cabían iniciativas que podrían ir desde el 'ticket' moderador hasta el "copago o los coseguros de salud".

Otros diputados nacionales del PP de diferentes autonomías consultados por este diario han señalado a este diario que, por el momento, la ministra de Sanidad, Ana Mato, se ha pronunciado insistentemente en evitar esta medida. No obstante, ninguno lo descarta de forma tajante.

El punto de inflexión, según apuntan fuentes ‘populares', será el 25 de marzo con la celebración de las elecciones andaluzas y asturianas. Tras estos comicios, será momento para que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dé un paso adelante y tome las decisiones de carácter más impopular para acercarse al objetivo del déficit. Dirigentes del PP en Madrid explican que el momento será "apropiado" por pragmatismo y estrategia. "Por un lado, cuanto antes se tomen las medidas duras, antes se cumplirán los objetivos y, por otro lado, en el ámbito político, siempre es mejor adoptar las iniciativas más complicadas al principio de la legislatura para poder llegar a las siguientes elecciones en una dinámica más positiva", explica un diputado en el Congreso.

En cualquier caso, las fuentes consultadas consideran que, de abordar medidas de copago sanitario; éstas saldrán de Moncloa. Así, si la situación lo requiere, el Ministerio de Sanidad pondrá en marcha la maquinaria para, ya sea en la subcomisión aprobada la semana pasada para analizar la sostenibilidad del Sistena Nacional de Salud, en el pacto de Estado por la sanidad anunciado por Mato, o a través del consenso del Consejo Interterritorial, establecer en común la dirección a tomar e, incluso, proceder a las reformas legislativas si fuera necesario.