MADRID. Vuelve la ofensiva del Gobierno argentino sobre Repsol YPF y esta vez dando donde más duele, el pago de dividendos en la filial argentina de la petrolera española, que YPF se ha visto por el momento obligada a aplazar.
Se trata del primer gol que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mete al presidente del grupo español, Antonio Brufau. Pero los problemas crecen, ya que detrás de la campaña de acoso siguen escuchándose palabras como renacionalización. Y desgraciadamente existen precedentes como Aerolíneas Argentinas que le fue confiscada al grupo español Marsans.
Después de una semana de relativa tranquilidad una vez que la presidenta Kirchner no fue especialmente agresiva contra Repsol en su discurso de investidura, la reunión del consejo de YPF ha traído nuevos problemas al grupo español presidido por Antonio Brufau.
Un consejo complicado
YPF, que impidió la entrada a su consejo a representantes del Gobierno argentino hace poco más de dos semanas, lo que fue impugnado por el Gobierno austral a la comisión de valores argentina, si permitió el pasado jueves que estos entraran y la reunión fue bastante tumultuosa. De hecho, el representante de Kirchner en el consejo de YPF, Roberto Baratta, votó en contra de la aprobación de los resultados y además pidió que se proponga en la próxima asamblea de accionistas constituir con los dividendos no distribuidos correspondientes a 2010 y 2011 una reserva voluntaria para inversiones, exploración y explotación de hidrocarburos.
Los ministerios argentinos de Planificación y Economía, que son los que están llevando la campaña de acoso contra Repsol YPF, aseguran que esos fondos podrían "revertir" la bajada de la producción de gas y petróleo de YPF el año pasado, que es el centro de las acusaciones a la petrolera española.
Problemas para Eskenazi
Esta petición va directamente encaminada a impedir que YPF reparta dividendos, como avanzó Valencia Plaza, ya que además la filial de Repsol tiene un pay out del 90% para que el socio argentino Petersen, controlado por la familia Eskenazi, pueda pagar a los bancos y a Repsol los intereses de los créditos con los que entró en YPF.
Baratta asistió al consejo de YPF acompañado del secretario argentino de Energía, Daniel Cameron y el viceministro de Economía, Axel Kiciloff, que no son miembros del consejo y a los que esta vez, quizás para evitar conflictos, la petrolera si dejó entrar a la citada reunión, en la que el presidente Antonio Brufau participó por videoconferencia.
Retrasar la decisión
Pese al voto en contra de Baratta, YPF aprobó los resultados de 2011, que arrojan un beneficio neto de 1.214 millones de dólares, un 8,5% menos que en el ejercicio anterior. Sin embargo YPF, probablemente por las presiones, ha decidido diferir la propuesta de asignación de los resultados hasta la próxima Asamblea General de Accionistas y asegura que se encuentra evaluando "las diversas alternativas disponibles en relación con la imputación de los resultados no asignados para su presentación a la Asamblea".
Esta nueva actuación de representantes del Ejecutivo Kirchner pone de manifiesto, según todos los analistas consultados, que el Gobierno argentino no tiene ninguna intención de aflojar la presión sobre Repsol YPF en sus acusaciones sobre una supuesta falta de inversión de la compañía, que el grupo español rechaza de plano, y en medio de rumores sobre presuntos planes de nacionalización o intervención, eso sí, nunca confirmados oficialmente, de la mayor productora de hidrocarburos de Argentina.
No aceptan la mediación española
Como ya avanzó Valencia Plaza, el Gobierno argentino, a través de dos de sus ministerios, ha negado cualquier contacto bilateral con el Ejecutivo español para tratar asuntos relacionados con la compañía española Repsol YPF. Con ello, se desentienden de la mediación que los ministerios de Industria y Exteriores españoles están intentando hacer en Argentina. Mediación, que según algunas fuentes ha supuesto incluso una llamada del propio Rey de España a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La preocupación del Gobierno español además de por Repsol YPF se extiende al resto de grandes multinacionales españolas presentes en Argentina, como Telefónica, Endesa, el Santander, BBVA, entre otras, que podrían verse afectadas por la inestabilidad política y económica que atraviesa el país austral.
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