VALENCIA. Desde la llegada de Alberto Fabra a la presidencia de la Generalitat los cambios han sido pequeños pero constantes en el Ejecutivo. En el ámbito orgánico, sin embargo, deberán producirse todos a una en el marco del congreso regional que se celebrará, según apuntan fuentes del partido, en la segunda quincena de mayo.
Los debates internos y el murmullo de los corrillos ‘populares' se centran en la parte alta de la dirección regional, aunque fuentes del partido consultadas por este diario apuntan a una "revolución global" del organigrama, donde los puestos medios y bajos de la Ejecutiva serán renovados "casi en pleno".
Así, diversas fuentes 'populares' consideran bien situado al concejal de Urbanismo y diputado en Les Corts Jorge Bellver para optar a la secretaría general del PPCV. Según señalan, este sería un ‘guiño' de Alberto Fabra hacia Rita Barberá, algo que la dirección nacional del partido en Madrid le habría pedido tiempo atrás.
Sin embargo, dirigentes cercanos al líder regional insisten en que si el secretario general debe ser de la provincia de Valencia, la continuidad de Antonio Clemente tendría preferencia.
Estos posibles cambios, que ocupan el interés mayoritario en el partido, han dejado en segundo plano la renovación que se producirá en el resto del organigrama. Implicados en alguna causa judicial, firmes seguidores de Francisco Camps, o dirigentes que han perdido fuelle en su radio de acción local o autonómico, son los que tienen menos posibilidades de continuar en la dirección regional.
"Son solo unos ‘cuadritos' donde van nombres", explica un dirigente del PPCV restándole importancia a las áreas ejecutivas y a los posibles cambios que se produzcan. Sin embargo, a nadie escapa el contenido simbólico de las decisiones que se tomen sobre el organigrama, que determina a la postre la temperatura que marca el termómetro del partido.
Así, diversas fuentes ponen en duda la continuidad en cargos preferentes a los diputados David Serra (vicesecretario de Organización) y Yolanda García (tesorera), ambos implicados en la causa de presunta financiación irregular del PPCV perteneciente al caso Gürtel. Precisamente, el martes se hizo público que a finales de abril comenzarán las declaraciones en el caso. Si Fabra aplica en el partido la misma energía que con las destituciones en el Gobierno valenciano en relación con imputaciones judiciales, no parecería lógico que mantuviera en la dirección a dos dirigentes elegidos en la etapa anterior y con causas pendientes.
Tampoco parece que el presidente de Les Corts, Juan Cotino, vaya a seguir en su cargo actual. En su día, fue designado como coordinador de las relaciones entre partido y Generalitat. Era entonces vicepresidente tercero del Consell y el principal consejero de Francisco Camps. Ahora, fuera del Gobierno valenciano y alejado del círculo de poder instalado, su posición orgánica apunta a la desaparición.
En el caso de las vicesecretarías, aparte de Serra, figuran la diputada nacional y concejal de Valencia Marta Torrado, César Augusto Asencio y Beatriz Gascó. La primera podría mantenerse en función de la cuota que Rita Barberá instale en la dirección regional. En cuanto al segundo, fue un apoyo para Camps en Alicante que ahora ha centrado su labor en la vicepresidencia de la diputación. En cuanto a Beatriz Gascó, fue concejal del Ayuntamiento de Castellón a propuesta del propio Alberto Fabra. Diversas fuentes del partido consideran que se mantendrá en la dirección regional incluso con posibilidades de ascenso.
En lo que se refiere a las secretarías ejecutivas locales, la diputada nacional Andrea Fabra, hija del presidente provincial del PP en Castellón, Carlos Fabra, podría continuar. Más difícil lo tendrá Sagrario Sánchez, exalcaldesa de Cheste, quien entró recientemente en Les Corts tras la salida de Paula Sánchez de León. En similar situación se encuentra Manuel Pérez Fenoll, exalcalde de Benidorm, a quien Camps encargó la misión de derrotar al zaplanista José Joaquín Ripoll en Alicante sin éxito. A ello hay que unirle los problemas sufridos en Benidorm que le han impedido recuperar la alcaldía.
En cuanto a la parte baja del organigrama, también se prevé que haya un buen número de salidas. La diputada alicantina María José García, natural de Villena, es una de las personas cercanas a Camps en Alicante que probablemente será relevada. Amparo Sancho, exparlamentaria autonómica y concejal de Bonrepós, sonó con fuerza para diputada provincial pero se quedó fuera. A priori, no continuará. También tienen difícil permanecer en la ejecutiva Rosa Roca y Enma Iranzo, exalcaldesas de Godella y Requena, con poca fuerza en el partido. Cercanos al presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, como el alcalde de Gandia, Arturo Torró, o Reme Avia, presidenta comarcal de l'Horta Sud, tienen opciones de continuar aunque en función de la cuota y la intención de dar juego de Rus a otros dirigentes de su entorno.
De la misma manera, Andrés Martínez, alcalde de Peñíscola, tiene opciones de seguir si Javier Moliner, el próximo presidente del PP de Castellón, no lo reclama para otras funciones dentro del organigrama de la estructura provincial. En la lista de dudosos están el diputado José Marí, fiel a Juan Cotino y a Francisco Camps, y la alcaldesa de Denia, Ana Kringe, también favorecida en su día por el expresidente y con relaciones tensas con el sector zaplanista alicantino, y Juan Seva, concejal de Alicante cercano a Ripoll en su día aunque próximo a Sonia Castedo en la actualidad.
En el aire quedan los diputados autonómicos Esther Franco y Eduardo Ovejero. La primera, una ‘fija' en la era Camps, atraviesa un momento delicado por las acusaciones a su marido Vicente Sanz en relación a la causa sobre presuntos abusos sexuales en Canal 9. En cuanto a Ovejero, se ha encargado de las funciones de movilización dentro del partido durante años y podría continuar por sus labores de 'fontanería' en el partido.
EVOLUCIÓN DE LA EJECUTIVA EN LOS ÚLTIMOS CUATRO AÑOS
En octubre de 2008, un pletórico Francisco Camps salía del congreso regional renovando su presidencia con un 98% de los votos favorables. Su ejecutiva estaba comandada por Ricardo Costa como secretario general del partido. Al lado de éste, aparecían cuatro coordinadoras temáticas que recaían sobre otras tantas alcaldesas: Rita Barberá, María José Catalá, Mercedes Alonso e Isabel Bonig. Unas áreas que, con la entrada de Alberto Fabra, pueden variar ahora para proyectar un aire de renovación al partido.
Un año después, tras el estallido del caso Gürtel, Camps afrontaba cambios en la Ejecutiva: forzado por Génova, apartaba a Ricardo Costa y situaba a Antonio Clemente como número dos. Además, creaba la figura de coordinador de las relaciones entre partido y Generalitat para entregársela a Juan Cotino e impulsaba el equilibrio territorial -también como contrapeso a barones provinciales- con la entrada del entonces alcalde de Castellón Alberto Fabra como coordinador general y del delegado del Consell en Alicante, José Císcar, como vicesecretario general. Desde entonces, la estructura se ha mantenido intacta.
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