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MADRID (EUROPA PRESS). Todos los expertos coinciden en que en España las mujeres tienen que trabajar más horas para percibir el mismo salario que los hombres con su misma ocupación o responsabilidad, sin embargo, la horquilla en la que se estima esta diferencia salarial varía en función de las fuentes, pasando de un 16 por ciento hasta incluso un 28 por ciento.

El indicador que deja a España en un mejor lugar sobre este asunto es el que proporciona la Unión Europea mediante Eurostat, que calcula la diferencia en el salario bruto por hora en las empresas con más de diez trabajadores. Con esta perspectiva, los europeos cobran un 17,1 por ciento más que las europeas y, entre españoles, la brecha está en el 16,7 por ciento.

Teniendo en cuenta únicamente este indicador, España ocupa el duodécimo puesto de la Europa de los 27 en divergencia salarial y Austria, con un 25,4 por ciento, es el país donde las mujeres cobran menos en comparación con los hombres, seguido por Alemania, con una brecha del 25,4 por ciento. No obstante, en la mayoría de estos países la tasa de actividad femenina supera la española y la de paro, está muy por debajo.

En el ámbito nacional, el dato que se maneja es el 22 por ciento de diferencia entre los sueldos de mujeres y hombres, y nace de la Encuesta Anual de Estructura Salarial, cuyos resultados se dan a conocer con casi dos años de retraso. Así, los datos difundidos en junio de 2011 correspondían a los sueldos de 2009, por lo que la cifra que actualmente sirve de referencia está desactualizada.

Esta encuesta, que realiza el Instituto Nacional de Estadística, refleja la ganancia bruta anual por trabajador en función de su jornada, sexo, actividad económica y ocupaciones. Lo hace en dos vertientes, por un lado, recogiendo la ganancia por hora para conocer la diferencia salarial en función del tipo de jornada y, por otro, la ganancia bruta anual, que es la que se toma como referencia.

Según las fuentes consultadas por Europa Press, esta es la encuesta "más completa" y, por tanto, más fiable, porque a diferencia de Eurostat, selecciona las empresas de la muestra sin poner límite al número de trabajadores, de forma que se reflejan también las pymes.

Además, cada cuatro años los datos son revisados en la Encuesta de Estructura Salarial, que analiza también variables como la antigüedad en el puesto de trabajo o el nivel de estudios. La última se realizó en el año 2006 y sus resultados se difundieron en 2008, arrojando una brecha entre retribuciones también en torno al 22 por ciento, lo que lleva a los expertos a concluir que la tasa se mantiene estable.
DEL 28 AL 34 POR CIENTO

UGT toma este dato como referencia y calcula que, con tal brecha salarial, una española debe trabajar de media 80 días más al cabo del año para cobrar lo mismo que un hombre con sus mismas responsabilidades, plazo que se dispara cuando se analiza la situación por sectores de actividad: Cobran un 34% menos en actividades científicas y técnicas, un 31,8% en las administrativas y un 29,6% menos en comercio.

Con la misma encuesta de Estructura Salarial, Comisiones Obreras hace otras cuentas. Según el sindicato, la brecha está en un 28 por ciento porque ese es el porcentaje en que tendría que incrementarse el sueldo de una mujer para alcanzar al del hombre con las mismas responsabilidades.

El sindicato explica que la ganancia media anual masculina en 2008 fue de 25.001 euros, mientras que la femenina fue de 19.502. Si se toma como referencia el sueldo de la mujer, se concluye que ellos ganaron un 128 por ciento de lo que percibieron ellas, por lo que "el salario medio femenino debe crecer el 28 por ciento para equipararse". Esa es la tasa que utiliza Comisiones.

Una cuarta fuente es el informe anual de la escuela de negocios EADA y la consultora ICSA Grupo, que analizan 800.000 salarios en 500 posiciones. Sus datos son los más actualizados, tienen fecha de enero de 2012, y sitúan la brecha en un 17% para los directivos, un 15% entre empleados y en un 11% para mandos intermedios. Este estudio concluye que la desigualdad se ha "cronificado" y se está agudizando con la crisis económica.

En lo que sí coinciden todos los agentes es en que el sueldo de las mujeres es inferior en todas las comunidades autónomas y en todos los sectores y ocupaciones, por lo que también cobran cuantías inferiores en subsidios por desempleo y pensiones.

Entre las causas, apuntan distintos factores, pero inciden especialmente en el impacto de los roles sociales que atribuyen a la mujer una mayor responsabilidad sobre las cargas familiares, y al "handicap" que supone para ellas la maternidad a la hora de acceder a un puesto de trabajo o promocionar dentro de su empresa.