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VALENCIA. "¿Aceptas ser conseller?" de los 30 hombres y mujeres que escucharon esta pregunta en boca de Francisco Camps durante los ocho años que fue presidente, apenas seis han vuelto a la actividad privada.

En total fueron 21 los que en este tiempo perdido el favor del presidente o fueron llamados a otras responsabilidades de mejor o peor grado fuera del Ejecutivo. Algunos de ellos dejaron destacadas carreras en la empresa privada para incorporarse al fragor político, pero la mayoría se está demorando en su vuelta a la vida civil.

Víctor Campos, Gema Amor, Miguel Peralta, Justo Nieto, Fernando de Rosa y, en buena medida, Vicente Rambla se han abierto camino al otro lado. Del resto, hasta ocho se incorporaron con su cese a un escaño en las Cortes Valencianas y allí siguen. Cuatro están Madrid, bien como miembros del Congreso de los diputados, del Senado o en la presidente de empresas públicas, mientras que uno sostiene las riendas de las estribaciones del poder central en Valencia.

ROMPER CON LA VIDA POLÍTICA

Hay vida después de la política, pero pocos exconseller de Francisco Camps lo han comprobado. Propulsado tras su salida del Consell ha sido Fernando de Rosa, exconseller de Justicia hasta 2008 y actual vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial a propuesta del PP.

Formar parte del órgano estatal de gobierno de los jueces es una de las responsabilidad más destacadas a las que puede acceder un togado y, pese a las acusaciones de politización de sus miembros, no se trata formalmente de un nombramiento político.

Quien no termina de quitarse la carga de su pasado es el exvicepresidente Víctor Campos. Aunque dimitió alegando motivos personales en 2007 y coordinó fugazmente al Partido Popular de Castellón en las elecciones generales de 2008, su incorporación en octubre de 2007 a Aguas de Valencia como consejero independiente le permitió una vida alejada del primer plano de la actualidad hasta que fue imputado en el 'caso de los trajes', pieza separa del caso Gürtel.

Acusado por la Fiscalía, no se tuvo que sentar en el banquillo de los acusados al reconocer su culpabilidad y pagar la multa correspondiente, creyendo que el resto de acusados iban a hacer lo mismo, incluido Francisco Camps y Ricardo Costa. Esta situación hizo que Campos compareciera como testigo y asegurara ante el juez que se inculpó siendo inocente para librarse del banquillo.

CORTE RADICAL

Muy distinto es el caso de Justo Nieto, que ha cortado de raíz toda relación con el Gobierno valenciano y no ha vuelto a saber de él desde su cese como conseller de Empresa en 2007. Fuentes próximas a Nieto reconocen que encajó muy mal ser el único miembro del Consell que no renovó la confianza de Camps tras las elecciones autonómicas de aquel año.

Volvió a su puesto como docente de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y en 2008 promovió la Fundación Globalidad y Microeconomía, dedicada a ofrecer a los emprendedores "oportunidades de la innovación no convencional susceptibles de ser éxito empresarial".

En la misma situación de abandono de toda responsabilidad política se encuentra el exconseller de Industria y, después, de Justicia, Miguel Peralta. Su salida del ejecutivo autonómico en 2007 le llevó primero a su escaño en las Cortes Valencianas y, tras las elecciones generales de 2008, se fue a Madrid como diputado por Alicante en el Congreso de los diputados.

Al término de la pasada legislatura volvió a su localidad, Alcoy, en la que es miembro nato de la junta directiva del PP local como exalcalde del municipio. Abogado de profesión, va retomando su actividad profesional mientras colabora en distintos medios de comunicación locales.

LA RENEGADA DE BENIDORM

En este grupo se incluye la que más ha evolucionado del equipo: Gema Amor. Eslabón zaplanista en los primeros gobiernos de Camps (primero en Agricultura y después en Cooperación), su ruptura vino de su negativa a doblegarse a las exigencias del PP regional para su municipio, Benidorm.

Actualmente es concejal de ese ayuntamiento por la formación Liberales de Benidorm y mostró una absoluta falta de sintonía con su antiguo partido al favorecer que el PSPV-PSOE revalidara la alcaldía del municipio con el voto de los tres concejales 'liberales', claves para romper el empate a once escaños de populares y socialistas.

Respecto a sus actividades privadas, aunque mantenía el 50% de la empresa de construcción Elipse Arquitectura, administrada por su esposo, Vicente Ferrer, la sociedad se declaró en concurso de acreedores en marzo de 2009. Actualmente se encuentra en proceso de liquidación, según el Registro Mercantil.

AVANCES HACIA LA VIDA PRIVADA

A dos aguas entre la política y la vida civil se encuentra Vicente Rambla. Salió del Consell tras las elecciones de 2011 como vicepresidente, después de haber sido responsable de Industria, Economía o Sanidad. En las autonómicas había revalidado su escaño en las Cortes Valencianas por Castellón.

Con fama de hombre práctico, el pasado mes de enero renunció a cobrar la exclusividad como diputado y presidente la Comisión Permanente no legislativa de Nuevas Tecnologías y Sociedad del Conocimiento para entrar en el despacho de abogados Cuatrecasas en Valencia. De este modo, no ha dejado la política, pero ya ha puesto un pie fuera de ella.

Mención a parte requiere José Ramón García Antón, conseller de Infraestructuras hasta su fallecimiento en el verano de 2009. Era uno de los consellers más longevos en el Gobierno valenciano, ya que fue responsable de la cartera de obras públicas en sus múltiples denominaciones durante once años.

TROPA, MANDOS Y OFICIALES

La nómina de exconseller que cambiaron de destino cuenta con ascensos, mudanzas y cambios de nivel. Entre los que saltaron a la política nacional se cuentan Esteban González Pons (miembro del Congreso de los diputados y actual secretario de Comunicación del PP) y Enrique Verdeguer (presidente de Adif).

A un escaño en la carrera de San Jerónimo se ha mudado también Manuel Cervera (exconseller de Sanidad), lo mismo que Gerardo Camps (exconseller de Economía), aunque en este caso el traslado se produjo primero como senador por designación autonómica entre las elecciones municipales y las generales del 20-N, y como miembro del Congreso de los Diputados a partir de la constitución de la nueva cámara baja el pasado mes de diciembre.

Sin salir de Valencia, pero sí cambiando de institución, hay que destacar el reciente nombramiento como delegada del Gobierno de Paula Sánchez de León (exvicepresidenta del Consell) y, especialmente, el de Juan Cotino (exvicepresidente) como presidente de las Cortes Valencianas, segunda autoridad autonómica.

En la mesa de las Cortes también se encuentran otros dos exmiembros del Gobierno Camps: el vicepresidente de la cámara Alejando Font de Mora (exconseller de Educación y de Presidencia) y la secretaria primera de la Mesa, Angélica Such (exconsellera de Turismo y de Bienestar Social).

En el hemiciclo se encuentra también el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Blasco (exconseller de siete áreas distintas desde 1983) o los diputados Mario Flores (exconseller de Infraestructuras y Transportes), Alicia de Miguel (exconsellera de Bienestar Social), Belén Juste (exconsellera de Industria y de Turismo) o Trini Miró (exconsellera de Cultura).

Por otra parte, el Consell siguen José Ciscar, José Manuel Vela, Luis Rosado, Isabel Bonig, Jorge Cabré, Maritina Hernández, Lola Johnson y Serafín Castellano, aunque en algunos casos hayan cambiado de cartera.