VALENCIA. La crisis también se está cebando en los directivos y responsables de las empresas, pero a diferencia de los asalariados de nivel inferior, estps profesionales están mucho menos acostumbrados a lo que la Asociación Española de Directivos (AED) denomina ‘situaciones de discontinuidad'.
Para ayudar a sus afiliados a superar estos periodos de ‘discontinuidad', la AED ha elaborado un informe sobre empleabilidad, prevención y gestión dirigido a ejecutivos despedidos. Ha sido eleboarado por Xavier Mir, Joan Julià y Juan Torras, y será presentado el lunes en el Círculo de Agricultura de Valencia.
En su parte final, el informe presenta un decálogo de medidas para ayudar al directivo a gestionar su etapa en el paro, una situación difícil que no todos saben superar. Las recomendaciones concretas cuando se ha producido esta discontinuidad son las siguientes:
1. Evaluar tu situación económica. Es preciso conocer en este instante los recursos disponibles y la c'uenta de resultados' para con toda esa información elaborar un plan económico con la nueva situación. Es preciso analizar de cuánto tiempo se dispone para encontrar una nueva actividad profesional, si se pueden eliminar gastos superfluos o cuanto se puede arriesgar para arrancar un negocio. Mejor prescindir de esos fines de semana de ensueño durante una temporada...
2. Hacer un break. Cuando el directivo se queda sin trabajo, puede llegar a convertir una situación en teoría traumática en un break productivo para refrescar su mente y dedicarse a actividades que, en el día a día anterior, le resultaban imposibles de llevar a cabo. En este período de break, es fundamental gestionar el tiempo, ser paciente y no dejarse llevar por la ansiedad. Es la hora del coaching, amigos.
3. Realizar un plan estratégico. Tras el primer impacto y el período de break, el directivo previsor ya tendrá hecho un análisis de sus puntos fuertes y débiles y en caso de no haberlo hecho nunca, debe hacerlo inmediatamente. También hay que tener en cuenta el análisis del entorno, para ver en qué sector de actividad económica y/o área funcional puede tener mayores oportunidades de recolocación. Preparándose para saltar sobre la presa tras la creación de un mapa de opciones. ¿De dónde vengo, dónde estoy... que quiero ser en el futuro?
4. Mantenerse activo. Hay que evitar la ociosidad. Mantenerse activo y programar la agenda es importante. ya que ahora el trabajo del directivo es ejecutar su propio plan estratégico. Hay que evitar encerrarse en uno mismo, quedarse en casa, lamentarse y pensar en el que dirán. Cualquier cosa menor perder el tiempo.
5. Mantener una actitud positiva. Para lograr el sueño o proyecto deseado, la actitud ha de ser positiva en todo momento porque lo único que sucede es que existe un problema y hay que resolverlo. No es el primero ni el único y no es un drama; no hay que temer al que dirán. Hay que aprovechar el tiempo para reciclarse ampliando conocimientos en otras áreas, tras haber aceptado el pasado, de forma positiva, y haberlo superado. El futuro es lo que importa. Siempre positivo, nunca negativo...
6. Aumentar la empleabilidad. En caso que haya decidido continuar trabajando como ejecutivo, el directivo debe aumentar su empleabilidad a través de todos los medios a su alcance. Para ello puede aumentar su formación, pero también debe replantearse sus aspiraciones salariales o su disposición a la movilidad geográfica o funcional. ¿Qué estoy dispuesto ‘a pagar' por volver a trabajar?
7. Asumir el pasado. Es importante asumir el pasado como una experiencia positiva, ya que es un error habitual perder el tiempo de las entrevistas con headhunters o con relaciones explicando las miserias del trabajo o el jefe anterior. Se tenga o no razón, ese camino no lleva a ningún sitio. Hay que dejar atrás rencores y también nostalgias. Cualquier tiempo pasado siempre fue peor.
8. Controlar la ansiedad. La ansiedad es inevitable pero gestionable. Hay infinitos ejemplos de directivos que han reorientado sus carreras y también casos de profesionales que las han arruinado. Hay que ser paciente y saber gestionar bien el tiempo, llenando el día para seguir estando en activo. Hay que ser proactivo, pero paciente y no ser agresivo. La serenidad interior se refleja en la persona y da una impresión más positiva del directivo a su entrevistador. Vístete despacio que tengo prisa...
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