BUENOS AIRES (EFE). La embestida del Gobierno argentino sobre YPF, controlada por la española Repsol, ha desatado un maratón de negociaciones en vísperas del inicio del curso parlamentario en Argentina, incluida una visita relámpago a Buenos Aires del ministro español de Industria, José Manuel Soria.
La escalada de acusaciones del Gobierno de Cristina Fernández contra la petrolera y los insistentes rumores, nunca confirmados oficialmente, sobre un supuesto plan para nacionalizar o intervenir YPF crecieron esta semana, marcada por el discurso de apertura del curso legislativo que pronunciará el jueves la mandataria.
Tras varias semanas de desencuentros y una estrategia de desgaste que ha provocado sustanciosas pérdidas a Repsol en los mercados internacionales, la Administración española decidió intervenir de una forma más activa en las conversaciones para acercar posiciones entre la compañía y el Gobierno argentino, según fuentes del sector consultadas por Efe.
En este contexto, el ministro español de Industria realizó esta semana una visita relámpago a Buenos Aires para reunirse, el martes, con sus homólogos argentinos y acordar la creación de grupos de trabajo para dar seguimiento a las negociaciones sobre YPF, según las mismas fuentes.
Además, añaden estas fuentes, la situación de la petrolera habría sido objeto de conversaciones telefónicas al más alto nivel entre Argentina y España.
Repsol-YPF, que hasta el pasado año era exhibida por el gobierno de Fernández como un modelo de empresa participada por capitales españoles y argentinos, comenzó a ser blanco de las presiones de la Casa Rosada el pasado diciembre.
El Ejecutivo argentino responsabiliza a la empresa de los problemas de abastecimiento de combustible, la caída en la producción y la falta de inversiones.
UNA CRECIENTE TENSIÓN
La tensión creció la pasada semana cuando la compañía negó el acceso a una reunión del directorio a varios funcionarios del gobierno argentino que no son miembros del consejo.
La situación de Repsol YPF ha sido seguida con atención por las empresas multinacionales con presencia en Argentina, especialmente las españolas que, según fuentes empresariales, observan el caso "sumamente preocupadas".
Las grandes empresas españolas afincadas en Argentina, agregaron las mismas fuentes, comparten los mismos problemas, derivados de las restricciones impuestas en el sistema cambiario o las nuevas imposiciones para las importaciones y exportaciones.
En las últimas semanas, de acuerdo con las mismas fuentes, la administración española ha subrayado el hecho de que España es el primer inversor extranjero en Argentina -con una inversión que ronda los 22.000 millones de dólares- y que el Gobierno "no miraría hacia otro lado ante una embestida contra las empresas españolas".
"El caso de Repsol-YPF no es el mismo que el de Aerolíneas Argentinas", comentó una de las fuentes consultadas, en referencia a la compañía aérea expropiada por Cristina Fernández al grupo Marsans en 2009.
"Seguimos con atención la situación de Repsol, pero cada uno tenemos nuestra actividad y defendemos nuestros intereses", admitió un ejecutivo de una empresa española afincada en Argentina.
YPF, participada por Repsol en un 57,43% y por el grupo argentino Petersen en un 25,4 por ciento, es uno de los principales inversores en Argentina, el primer contribuyente al Fisco, el mayor productor de hidrocarburos del país y da empleo a 13.500 trabajadores.
Según datos de la compañía, en 2011 realizó inversiones récord, principalmente en exploración y producción, por unos 3.050 millones de dólares, un 50% más que en 2010, y pagó más de 6.400 millones de dólares de impuestos.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.