BRUSELAS (EFECOM). España acude a la cita con la intención de explicar las medidas que está adoptando para reducir el déficit, pero no espera que se aborde una posible relajación del objetivo de reducción señalado por Bruselas (llegar al 4,4 % del PIB este año), según indicaron hoy fuentes del Gobierno.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, participará en el Eurogrupo previo a la cumbre, convocado para pasar revista a los avances en Grecia, que debía cumplir con una lista de prioridades antes de finales de mes para poder beneficiarse del segundo programa de rescate que evitará su colapso.
De Guindos explicará las medidas españolas a sus homólogos europeos antes de que el presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, se dirija a los líderes europeos.
España confiaba en que la Comisión Europea diese en los próximos días señales de que está dispuesta a relajar la meta de déficit para este año, en especial, después de conocerse que el desvío presupuestario en 2011 fue 2,5 puntos superior a lo previsto (un 8,51 % en lugar de un 6 %).
El Gobierno español argumenta, además, que el objetivo de déficit fue calculado sobre una previsión de crecimiento de la economía del 2,3 % y no sobre el retroceso del 1 % pronosticado ahora por Bruselas, por lo que el ajuste resulta indispensable.
La Comisión Europea, sin embargo, se ha mostrado inflexible y ha repetido en varias ocasiones durante las últimas semanas que no tomará una decisión sobre si relaja el objetivo hasta que España haya facilitado una información completa sobre el motivo del desvío en 2011, el presupuesto para 2012 y los detalles de las medidas de ajuste que piensa adoptar.
El borrador del texto de conclusiones del encuentro al que ha tenido acceso Efe señala claramente que "la consolidación fiscal es esencial para un mayor crecimiento y al empleo", y añade que "los países con programas de ayuda o bajo escrutinio del mercado deben ceñirse a los objetivos acordados".
Fuentes diplomáticas explicaron, por otra parte, que el procedimiento normal es negociar el objetivo primero con la Comisión Europea y luego tratarlo a escala ministerial, aunque reconocieron que si España quiere plantear la cuestión a escala de líderes europeos es libre de hacerlo.
Más allá de si la situación fiscal de España cobra o no protagonismo en el encuentro, un punto irrenunciable de la agenda es el debate sobre la situación económica europea y las vías para potenciar el crecimiento.
Los líderes comunitarios abordarán los progresos de cada país en la consolidación fiscal, las reformas, la modernización del sistema de pensiones, los impuestos, el empleo, el crecimiento y la competitividad.
En materia de crecimiento y con la estrategia "Europa 2020" de fondo, la atención se centrará en identificar las prioridades nacionales para cada socio europeo.
A pesar de que finalmente no habrá una cumbre del euro el viernes como estaba previsto, debido a la negativa de Alemania a reforzar ahora los cortafuegos, sí se analizará el calendario para la revisión de su dotación y también cómo acelerar el pago de las aportaciones directas de capital para el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
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