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VALENCIA (VP). La guerra comercial entre las principales compañías energéticas de España podría estar alcanzando uno de los momentos más intensos desde que hace un año se produjese la liberalización del mercado energético y recrudeciéndose especialmente en la Comunitat Valenciana, concretamente en torno a los grandes clientes como son empresas, comercios y administración pública.

De hecho, la deuda de las administraciones valencianas con Iberdrola, la principal suministradora de energía en la Comunitat, ha dado pie a que otras compañías como Gas Natural Fenosa o Endesa hayan replanteado su estrategia comercial y presenten ofertas comerciales en ‘territorio hostil' hasta ahora.

Por el momento, los cambios de compañía en empresas e instituciones públicas son simples ‘escaramuzas', aunque lo cierto es que Iberdrola ya ha cedido algún contrato importante vinculado a la Generalitat Valenciana a favor de Gas Natural Fenosa.

La primera batalla importante se librará en torno al contrato de suministro eléctrico de baja tensión (alumbrado público y algunas dependencias municipales), hasta ahora también en manos de Iberdrola, pero que previsiblemente contará con la competencia de Gas Natural Fenosa.

Cabe recordar que Ibedrola fue la única empresa que se presentó al concurso para la renovación del citado contrato, pero este fue declarado desierto al solicitar la compañía garantías de cobro.

Tras esta decisión, ha sido el propio Ayuntamiento de Valencia quien se ha puesto en contacto con otras empresas del sector para ‘escuchar' ofertas y deshojar la margarita a la busca de la mejor propuesta.

En estos momentos, la deuda de la corporación municipal con Iberdrola asciende a más de 250.000 euros, y podría superar los 4,3 millones antes de finalizar el año si no se ordenan nuevos pagos, según confirmó a Valenciaplaza.com el concejal socialista Juan Ferrer.

Los retrasos en los pagos por parte de las administraciones públicas es algo habitual, tal y como reconoció recientemente el propio presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quien preguntado por este asunto y por la relación con el Ayuntamiento de Valencia después de que no renovara el contrato de suministro indicó que estos impagos representan nada menos que el 60% de la deuda total de la compañía.

"El consistorio valenciano es uno más", dijo, aunque apuntó que "se intenta buscar acuerdos para ayudarles a resolver sus problemas puntuales de tesorería".

En cuanto a la adjudicación del contrato del Ayuntamiento de Valencia, Galán supuso que "estarían esperando unas condiciones de precio mucho más bajas y al recibir ofertas más elevadas, han decidido dejarlo en suspenso", algo que "ocurre todos los días" y que dará como resultado que quede desierto para después convocar otro concurso de adjudicación "en unas condiciones más adecuadas, más realistas".

Pero lo cierto es que, con independencia de la actitud conciliadora del presidente de Iberdrola, la compañía ha ‘presionado' tanto al Ayuntamiento de Valencia como a la Generalitat Valenciana mediante cortes selectivos y puntuales del servicio.

En los últimos días el periódico El Mundo se ha hecho eco de varios de estos cortes producidos en el apeadero de FGV en Terra Mítica y el bar de la estación de esta misma compañía en Benidorm, una acción tras la que el conseller de Inraestructuras, Mario Flores, reconoció públicamente la deuda, aunque restó importancia a las ‘advertencias' de la compañía suministradora.

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana es uno de los principales clientes del sector público de Iberdrola debido al gran consumo que realiza, aunque según el portavoz socialista en materia de Infraestructuras, Francesc Signes, no realiza ningún pago desde diciembre de 2009.

Esto significa que la deuda acumulad de FGV en lo que va de año se situaría en torno a los seis millones de euros, puesto que su consumo eléctrico mensual es de prácticamente un millón.

Valenciaplaza.com trató de ampliar la información sobre las negociaciones que Infraestructuras y Transporte mantiene con Iberdrola para establecer un calendario de pagos y subsanar esta deuda, aunque no obtuvo respuesta por parte la conselleria.