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El déficit de la Generalitat se convierte en estructural por la caída de ingresos fiscales

JOAQUIM CLEMENTE. 27/02/2012

El descenso de la actividad económica lastra la recaudación del IRPF, del IVA y del impuesto de transmisiones y sitúa el techo de ingresos de la Generalitat muy por debajo de sus gastos ordinarios

VALENCIA. La crisis económica de la Generalitat Valenciana, agobiada por las facturas impagadas a los proveedores y por los vencimientos de deuda, no es un asunto coyuntural ocasionado por el cierre de los mercados, como se ha venido repitiendo en los últimos meses. El avance de la liquidación del presupuesto de 2011 presentado el viernes pasado por el conseller de Hacienda, José Manuel Vela, consolida una tendencia a la baja de los ingresos de la Generalitat vinculados directamente a la actividad económica.

A falta del detalle de la Cuenta General, que no llegará hasta mediados de año, los escasos datos adelantados por Vela el viernes ya permiten hacerse una idea de la situación: en 2011 los ingresos cayeron 969 millones de euros, hasta los 10.773 millones. Como reconoció el propio responsable de las cuentas autonómicas, se trata de una caída "estrepitosa y desmesurada".

Un descenso que choca de frente con los 14.061 millones de gastos ordinarios y que arroja un déficit estructural de 3.642 millones, es decir, sin contar con el recurso a la deuda (ni el coste de la misma), la Generalitat gasta mucho más de lo que ingresa solo en su funcionamiento ordinario.

CAÍDA DE LOS INGRESOS POR LA MENOR ACTIVIDAD ECONÓMICA

Más de la mitad de los ingresos que recibe la Generalitat, el 57% en 2010, llega vía tributaria. Y más de la mitad de esta cifra está directamente vinculada a la actividad económica, ya sea por el IRPF, el IVA o el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados.

Vela no desgranó el comportamiento de cada uno de estos tributos en 2011, pero con sus palabras sí apuntó a un comportamiento negativo que se acumularía al registrado el año anterior, cuando los ingresos por el tramo del IRPF cayeron un 22,74%, el IVA se redujo a la mitad (aunque hay que matizar que se vio afectado por una liquidación extraordinaria), y el impuesto de transmisiones, un 11%.

Sobre este último tributo si que entró en algo más de detalle Vela, al señalar que se ha reducido drásticamente, hasta los 750 millones, cuando en 2006 la Generalitat recaudó 2.485 millones por esa vía. Es, quizá, la más clara demostración de hasta qué punto la actividad económica valenciana vivió el boom inmobiliario, ya que este impuesto está vinculado a compras y ventas de bienes inmuebles.

Aunque Vela insistió en que los problemas de la Generalitat son achacables a la última reforma del sistema de financiación -en los dos últimos años la Comunitat Valenciana habría recibido 1.594 millones menos que antes, según el conseller- lo cierto es que los datos tributarios apuntan a una tendencia a la baja de los ingresos que solo se invertirá cuando la economía vuelva a crecer. Y difícilmente se alcanzarán las cifras de ingresos de los años de la burbuja.

EL MARGEN DE RECORTE DEL GASTO

Con los ingresos en los 10.773 millones de euros, sin contar el recurso al endeudamiento, la Generalitat gastó el año pasado, también sin contar los costes financieros, 14.061 millones. Una cifra que se sitúa 300 millones por encima de lo presupuestado inicialmente pese a que el conseller insistió en que ya en el pasado ejercicio ya se aplicaron medidas de recortes por 739 millones de euros.

El propio Vela reconoció que el margen de recorte del gasto ordinario es limitado, lo que apunta a las dificultades para controlar el déficit autonómico. Y al mismo tiempo pone de manifiesto la necesidad inevitable de echar mano de deuda para poder atender el día a día de la Generalitat.

PENDIENTES DE LOS VENCIMIENTOS

Es en este escenario en el que el Consell necesita de forma urgente que el Gobierno defina la forma en que ayudará a las autonomías tanto para pagar a los proveedores (se esperaba que el Consejo de Ministros aprobara este viernes el plan, según había adelantado el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro) como para atender los vencimientos de deuda.

Pero de momento solo se sabe -lo desveló el vicepresidente José Císcar el viernes- que a la Comunitat Valenciana le tocan 1.022 millones de las líneas del ICO para vencimientos. Y de esa cantidad la Generalitat ya ha utilizado casi la mitad, 500 millones para devolver un préstamo que no le renovaron BNP Paribas, Deutsche Bank y HSBC. El problema es que en abril vencen 1.480 millones y en mayo otros tantos. En total, 3.000 millones antes de verano.

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1 comentario

Ojo Inversor escribió
27/02/2012 20:53

He aquí el resultado de la enorme generación de riqueza que hoy producen las cuantiosas inversiones "productivas" (sobrecostes incluidos) realizadas en el pasado con endeudamiento y la enorme inversión extranjera atraida como resultado de haber puesto a Valencia en el mapa a base de "eventos"

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