MADRID (EFECOM/VP). El Banco de Valencia no se adjudicará hasta finales de abril o principios de mayo, pero el proceso de subasta comienza el próximo martes, 21 de febrero, cuando se iniciará el reparto del cuaderno de venta entre los interesados, entre ellos el grupo BMN, liderado por Caja Murcia y Caja Granada.
Tal y como estaba previsto, al día siguiente de que se haya cerrado el plazo para presentar ofertas vinculantes por Unnim, se dará el pistoletazo de salida para adjudicar al mejor postor el Banco de Valencia, intervenido por el Banco de España a finales de noviembre.
La entidad valenciana, que ayer anunció que perdió 886,8 millones de euros en 2011, podría atraer a varios compradores, entre ellos los que hayan pujado sin éxito por Unnim, con la excepción de Bankia, cuya matriz, el Banco Financiero y de Ahorros, era el principal accionista del malogrado banco.
En cualquier caso, aunque varias entidades se interesaran, todas las fuentes consultadas coinciden en que el grupo BMN, que integra también a la balear Sa Nostra y a Caixa Penedés, parte como favorito porque es el que mejor partido podría sacar a la compra del Banco de Valencia.
Aunque BMN recibió apoyo público en forma de préstamos para acometer su fusión, ya no existe impedimento legal para pujar por una entidad que mira con especial atención.
Dos razones explican su interés: el banco valenciano cotiza en bolsa y ello facilitaría el salto al parqué de BMN, que se ahorraría los cuantiosos costes de lanzar una OPV, y el segundo motivo es que su red es totalmente complementaria.
Además, como los activos del Banco de Valencia rondan los 30.000 millones, BMN llegaría a los 100.000 millones, un tamaño con el que acceder más fácilmente a los mercados mayoristas y que es muy similar al que lograría Ibercaja si finalmente se hace con Unnim.
Un portavoz de BMN declinó hacer comentarios, pero distintas fuentes coinciden en que la entidad está muy bien posicionada para hacerse con el Banco de Valencia y afianzar su posición en todo el arco mediterráneo.
Al igual que en el resto de subastas de entidades intervenidas, se espera que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aplique un esquema que cubra generosamente al comprador de asumir el 100 % de las pérdidas que puedan aflorar en el futuro.
Quien adquiera el Banco de Valencia podrá beneficiarse también de un año más de plazo, hasta diciembre de 2013, para reforzar sus provisiones en línea con los nuevos requisitos del Gobierno y la ventaja de poder hacerlo con cargo a patrimonio y no contra resultados.
Eso sí, habrá de tener en cuenta que el Banco de Valencia está en pérdidas y necesita 1.251 millones de euros para sanear su exposición al ladrillo, de los que 823 millones será para engordar las provisiones y el resto, para crear un colchón de capital que cubra mejor el riesgo en la cartera de suelo y promociones en curso.
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