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VALENCIA. El martes se abrieron en la Conselleria de Economía las plicas de las consultoras que optaban a la redacción del plan de reestructuración del sector público valenciano. Era un concurso que había despertado el interés tanto de las grandes consultoras como de importantes despachos de abogados con departamentos de asesoramiento empresarial. Un interés que, en todo caso, no era traslación directa del importe del contrato.

Los 424.800 euros de precio de partida, pese a que al común de los mortales le pueda parecer una cantidad ingente, no lo es tanto para las cifras que se mueven en el sector de la consultoría. ¿Un ejemplo? La Fundación Nóos cobró más de 600.000 euros por unos informes que, según ha declarado ante el juez un empleado, se elaboraban con un corta-pega de textos de Internet.

Aceptando lo perverso del ejemplo como simple anécdota, lo que sí resulta evidente es que el asesoramiento para afrontar la reducción del complejo entramado de empresas públicas requerirá más un esfuerzo ímprobo: se trata de reducir a seis las 64 sociedades dependientes de la Generalitat, con todo lo que ello implica de procesos administrativos, reducciones de personal e incluso de reubicación de la multimillonaria deuda que acumulan esos entes. Un trabnajo que requerirá, cuando menos, de muchas horas e incluso jornadas de consultores navegando por las tripas de estas sociedades.

Quizá por ese motivo la cifra de 424.800 euros ya se consideraba baja en el sector de la asesoría. Pero lo que sorprendió a todo el sector el martes en la apertura de las ofertas fue la plica de Deloitte, a la que en el sector muchos consideran virtual ganador de la oferta: 254.000 euros. Una cifra que supone una rebaja sobre la licitación de más del 40%.

Enseguida salieron las navajas. "Una baja temeraria", aseguró ayer un directivo del sector consultado por este periódico. Otro más, de la misma opinión que el primero, se preguntaba -no sin intención- si ese precio tan rebajado traerá aparejado revisiones al alza en el futuro. Una vieja 'costumbre' conocida de sobra en la Administración pública y especialmente en la valenciana. Incluso hay legislación para luchar contra ese vicio de presentar una oferta tan apetecible que, tras llevarse el gato al agua, acaba al final multiplicada por ‘servicios no contemplados inicialmente'.

Habrá que estar atentos para comprobar que gane quien gane el concurso, cumple ajustadamente con su compromiso. De lo contrario, todos los pecados que se quieren purgar con la reestructuración y que fueron cometidos en las empresas públicas, podrían volver a salir.