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VALENCIA. Un error de cáculo obligará al aeropuerto de Castellón a realizar nuevas obras antes de poder abrir sus puertas, en el caso de que consiga tráfico para ello. Inaugurado hace un año pero sin los permisos para volar, la pista de rodadura del aeródomo de Vila-nova d'Alcolea deberá demolerse en parte, en concreto la zona donde los aviones dan el giro. Con las medidas actuales, las aeronaves no pueden maniobrar de acuerdo con el criterio de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.

El presidente de Aerocas, Carlos Fabra, ha reconocido "un error" que no sólo retrasa el inicio de las operaciones posibles, sino que obligará a realizar una nueva inversión en una infraestructura parada que ha costado a las arcas públicas más de 150 millones de euros.

El presidente de Aerocas admitió que la plataforma de giro de aviones del aeropuerto no cumple las medidas de seguridad que exige el Estado. "La zona de giro que se hizo rápidamente no es conforme y la dirección técnica de la obra ha decidido que se levante, se demuela y se haga de nuevo", ha dicho Fabra.

Las obras pendientes se realizarán con cargo al aval de 4 millones de euros que depositó la concesionaria cuando le fue adjudicada la construcción del aeropuerto. El aval vence el 30 de marzo y, si no hay acuerdo con la empresa, se ejecutará para pagar los trabajos. En esta ocasión, Carlos Fabra no quiso poner fecha de apertura del aeropuerto y se limitó a manifestar que "todas las obras en este país se suelen demorar. Vamos a toda velocidad"