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MADRID. La situación de Repsol YPF sigue inestable en Argentina, ante las demandas del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para n de YPF en el país austral y la presión y el caldo de cultivo que están sembrando a favor de una nacionalización distintos sectores del Ejecutivo argentino.
En particular, según las fuentes consultadas, está siendo muy activo el grupo de poder denominado 'La Cámpora' que lidera el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner, y que tiene una gran influencia en el ámbito económico de la política argentina y defiende el control argentino de la industria de su país.
Caso Aerolíneas Argentinas
Esta facción peronista que toma su nombre del presidente argentino de los años setenta, Hector Cámpora, fue muy activa, por ejemplo en la renacionalización de Aerolíneas Argentinas al grupo turístico español Marsans.
Tras la visita del presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, en la que anunció que la petrolera había doblado su inversión en 2011 en el país hasta 2.311 millones de euros y el aumento de la previsión de recursos y reservas por el descubrimiento de hidrocarburos en Vaca Muerta, que en 10 años podría duplicar la capacidad de producción de petróleo y gas actual en Argentina, eso sí, con inversiones de 28.000 millones de dólares, las aguas se calmaron un poco, pero parece que no lo suficiente.
La prensa argentina ha recogido el pasado fin de semana que el Gobierno Kirchner analiza alternativas para dejar a la petrolera española Repsol sin el control de YPF y que en la operación que podría estar preparando, participarían las diez provincias productoras de crudo -Chubut, Jujuy, La Pampa, Neuquén, Mendoza, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Formosa-, que comprarían, al menos, el 10% de las acciones de YPF a Repsol.
La Casa Rosada, de acuerdo con lo publicado, busca dejar a Repsol con menor capacidad de maniobra para frenar la salida de dividendos de YPF fuera de Argentina y apurar inversiones para aumentar la producción y evitar la importación de combustibles, al menos, por 9.000 millones de dólares como en 2011.
El papel de Petersen
La duda es el papel que espera la Casa Rosada que juegue el grupo Petersen, controlado por la familia Eskenazi, propietaria del 25% de YPF que compró a crédito, aunque controla el management local de la compañía. Al parecer las relaciones entre esta familia y el hijo de la presidenta no atraviesan su mejor momento ahora mismo.
Con la voz cantante del gobernador chubutense Martín Buzzi, añade la prensa argentina, la organización que agrupa a estas diez provincias productoras de petróleo habría desempolvado un proyecto de 2008 que buscaría reargentinizar YPF. La idea sería adquirir el 10% de las acciones de YPF a Repsol, que tiene un 57,4%, con lo que la participación de la española perdería la mayoría del capital.
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