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MADRID (EFECOM). Los ex directores generales de RIM (fabricante de Blackberry), Mike Lazaridis y Jim Balsillie, y el máximo responsable de la plataforma digital de películas Netflix, Reed Hastings, han sido los peores directivos empresariales en 2011.

Según un estudio del profesor de la Escuela de Negocios estadounidense Tuck, Sydney Finkelstein, Lazaridis y Jim Balsillie ocupan el primer puesto de este peculiar ránking por no prever la competencia que el iPhone de Apple y el sistema operativo Android, el que más aceptación ha tenido entre los usurarios, les hacía en el campo de la telefonía.

Finkelstein señala además que el hecho de tener dos directores generales en la misma compañía solo causaba confusión y ralentizaba el progreso y la adaptación a la competencia.

En el segundo puesto está el director general de la plataforma de vídeo en línea Netflix, Reed Hastings, cuyo problema fue decidir dividir el negocio en dos (vídeo a través de internet y alquiler de DVD por correo electrónico), con lo que los precios aumentaron y los clientes encontraron más dificultades para dar con el producto que querían.

Le sigue en la lista el ex director general de la firma de inversión MF Global y exgobernador de Nueva Jersey, Jon Corzine, de quien Finkelstein señala que es "un tipo muy inteligente", pero que hizo oídos sordos a las advertencias sobre las estrategias y los riesgos que estaba tomando.

MF Global protagonizó a finales de octubre del año pasado la octava mayor quiebra en la historia de Wall Street debido a su elevada exposición en el mercado de deuda europeo y actualmente está siendo investigada por la supuesta desaparición de millones de dólares en fondos de sus clientes en los días previos a su bancarrota.

La lista incluye también nombres como los de Leo Apotheker, el antiguo dirigente de la empresa de ordenadores HP, al que Finkelstein reprocha que abandonara la idea de crear una nueva tableta al estilo de los iPad de Apple y que en los once meses que estuvo al frente de HP la empresa perdiera 12.000 millones de dólares.

Otro de los directivos en el punto de mira de Finkelstein es el ex consejero delegado de BP, Tony Hayward, que mientras se producía el vertido de crudo de la petrolera en el Golfo de México estaba viendo una competición de regatas.

También figura en la lista el presidente y consejero delegado de la empresa de productos farmacéuticos y para la higiene personal Johnson & Johnson, William Weldon, a quien Finkelstein responsabiliza del daño que causó a la empresa la retirada de varios de sus productos del mercado.

Finkelstein ha configurado su lista de los peores directores generales en cuatro criterios: los resultados que obtenía la empresa en comparación con otras del mismo ramo, las decisiones que tomaron y cómo funcionaron en el mercado, las decisiones que no adoptaron y que deberían haber escogido y el impacto de las estrategias llevadas a cabo.