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VALENCIA. Tras la victoria de Mariano Rajoy en las elecciones generales y su posterior confección de Gobierno, hubo voces que lamentaron la poca presencia de valencianos entre los altos cargos. Ahora, la llegada del Congreso Nacional del PP en Sevilla implica un nuevo debate sobre la representación orgánica que debe recibir la rama valenciana.

En el último cónclave, cuando Francisco Camps había supuesto un apoyo importante para Mariano Rajoy tras su derrota electoral, la composición del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PP había integrado a siete dirigentes valencianos. Ocho, si contamos José Manuel García-Margallo, el ahora ministro de Exteriores que el PPCV considera valenciano de ‘adopción'.

En aquel momento, dos de los vicepresidentes del Consell entraron en el órgano del partido como vocales y, Juan Cotino, también con ese cargo en el Gobierno valenciano, fue situado en la Junta Directiva Nacional, la máxima estructura del partido entre congresos pero que se encuentra por debajo del CEN en cuanto a ‘caché' y visibilidad, dado que éste es más reducido y tiene carácter ejecutivo. También fue incluida en la Junta la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo.

Ahora, con la próxima reelección de Mariano Rajoy, llega la oportunidad para Alberto Fabra de dibujar una representación valenciana más a su medida que la actual. Los resultados electorales del PPCV han seguido siendo importantes y, además, no se ha visto recompensado con cargos valencianos en el Ejecutivo: es de ley que el actual líder del PPCV disponga, al menos, del mismo número de puestos que tuvo Camps en el Comité Nacional.

Según diversas fuentes consultadas, uno de los que se perfila para ocupar plaza -a priori como vocal dada su responsabilidad autonómica- es el vicepresidente del Consell, José Císcar. Su capacidad para afrontar los múltiples problemas ya sean orgánicos o administrativos, le han elevado hasta convertirse en el brazo ejecutor de Alberto Fabra. 

Una de las salidas probables del CEN será la del exvicepresidente Vicente Rambla y la del exministro José María Michavila, que figuraban como vocales. Además de Císcar, otro de los que suena como posible integrante del órgano es el exconseller de Sanidad y diputado nacional Manuel Cervera.

Tampoco es segura la continuidad de otro de los que ocupara ese cargo en la anterior legislatura, Gerardo Camps, quien también podría salir del Comité. El exconseller de Economía ha sido designado presidente de la Comisión Mixta para la Unión Europea en el Congreso de los Diputados.

En cambio, se da por hecha la continuidad en el CEN de Rita Barberá y de Esteban González Pons, quien se encuentra en el Comité de Dirección como vicesecretario de Comunicación del PP. No obstante, la situación del exconseller está todavía pendiente de revisión: la probable continuidad de Maria Dolores de Cospedal como número dos y el ascenso que señalan fuentes del PP de Juan Carlos Vera como vicesecretario de Organización, dejarían a González Pons a expensas de continuar en el mismo puesto o ascender a una figura de coordinador  o similar que, a día de hoy, no existe en el organigrama.

Lo mismo ocurre con el otro cargo de cuota valenciana en el Ejecutivo, Federico Trillo, actual coordinador de Justicia y Libertades Públicas en la dirección del partido. Su salida como embajador todavía está sobre el tapete, lo que podría dejar un puesto libre en el Comité de Dirección para alguna apuesta de Alberto Fabra.

Pese a que la inclusión de miembros en el Comité Ejecutivo Nacional del PP en puestos fuera de la estricta dirección no es clave de cara a la influencia en el partido, sí resulta fundamental en lo que se refiere a la exhibición de músculo por parte de las diferentes autonomías del PP. Indudablemente, la nula representación valenciana en el Gobierno de Mariano Rajoy pese a la importante aportación de votos desde la Comunitat, obliga ahora a Alberto Fabra a mantener la cuota del PPCV en el Comité Nacional introduciendo, además, nombres de su confianza en la estructura del partido.