VALENCIA. La reforma financiera aprobada el pasado viernes por el Consejo de Ministros tiene un efecto directo sobre el Banco de Valencia. Y es que la obligación de todo el sector de encontrar una pareja con quien fusionarse si quieren acceder a las ayudas públicas del FROB y obtener un plazo de dos años para cumplir con las nuevas provisiones ha elevado el interés de los grupos de cajas medianos por la entidad intervenida por el Banco de España.
La clave, más allá incluso de la situación interna del banco, está en la condición impuesta por el Gobierno para las nuevas fusiones: el resultante deberá ser un 20% mayor (un 10% en casos excepcionales que analizará el Gobierno) al de la entidad que lidere el proceso.
Banco de Valencia cuenta con unos activos que rondan los 25.000 millones de euros. Una cifra idónea para grupos como BMN, liderado por Cajamurcia y que ya ha mostrado su interés, Banca Cívica, KutxaBank o Ibercaja, todos ellos en el entorno de los 70.000 millones de activos.
Esta condición, en todo caso, no es la única que deberán cumplir las ofertas que se presenten por el banco aún participado por Banco Financiero y de Ahorros (BFA, matriz de Bankia y participada por Bancaja). El Decreto Ley también exige un plan de viabilidad para la entidad resultante. Para elaborarlo será necesario conocer el resultado definitivo del saneamiento que obligará el FROB, gestor de la entidad.
Los grupos interesados en el banco, en todo caso, deberán presentar su oferta contando con las necesidades de provisiones tanto propias por la nueva reglamentación como del Banco de Valencia. La posibilidad de contar con las ayudas del FROB, a traves de bonos convertibles contingentes, y la posibilidad de aplazar hasta finales de 2013 las nuevas dotaciones por el riesgo inmobiliario son un atractivo para la fusión.
Más dudas despierta, tanto en el caso de Banco de Valencia como en el de otras cajas nacionalizadas, Unnim, CatalunyaCaixa y NovaCaixaGalicia, la existencia de esquema de protección de activos tan generoso como el que logró el Sabadell para CAM. En todo caso, esta es una posibilidad que queda en manos tanto de las ofertas como del Estado. La entidad vallesana, de hecho, presentó las condiciones en las que aceptaba quedarse con Banco CAM y fueron aceptadas por el FROB.
BANKIA Y UNNIM, ¿UN INTERÉS REAL?
Paradójicamente, lo que para Bankia era un problema, su participación en Banco de Valencia, resulta interesante para otros grupos más pequeños que buscan ahora las fórmulas para aguantar la reforma financiera.
Mientras, el futuro de la entidad que preside Rodrigo Rato continúa siendo objeto de debate. El banco participado por Bancaja comunicó el jueves pasado que podrá cumplir con las nuevas exigencias de provisiones este año sin recurrir a dinero público, lo que implica en el fondo que rechaza fusionarse.
El vaivén de rumores sobre un futuro conjunto de Bankia y CaixaBank está ahora en un momento de escepticismo tras unas semanas en que casi se dio por descontado. Pero a BFA-Bankia le podría surgir una opción alternativa si insiste en continuar en solitario.
En el caso de que el banco conjunto de Caja Madrid y Bancaja se viera obligado a explorar alternativas para captar capital, la fusión con una pequeña entidad podría abrirle la puerta a los fondos del FROB y al plazo de dos años.
Bankia se ha interesado por el proceso de subasta de Unnim, una opción que el mercado considera prácticamente estética, dado que se considera que el banco no está precisamente en posición compradora.
Sin embargo, el escenario podría ser distinto con las nuevas condiciones que recoge el Decreto Ley. Unnim tiene unos activos de cerca de 30.000 millones, ligeramente por encima del 10% de los de Bankia, lo que la sitúa en el supuesto excepcional de la nueva normativa impuesta por el Gobierno. Cosa distinta será que, si se mantiene el interés, el banco madrileño-valenciano sea capaz de presentar un plan de viabilidad que convenza al Banco de España.
En el mercado libre las cosas se compran siguiendo la ley de la oferta y la demanda, si bien muchas veces tanto la oferta como la demanda se pueden ver forzadas por intereses especulativos, aumentando o disminuyendo su valor real. El Banco de Valencia tiene esa premisa, se vende un valor de 25, se vende por 5. Bicoca gestionada por su cúpula directiva, y bendecida tanto por el gobierno socialista como el popular. Que de llegar a ser realidad deja todas las manipulaciones económicas anteriores en cosas de aprendices; pues el pelotazo del Banco es de verdaderos maestros. Y siendo la fama de los judíos en los temas económicos muy discutida, ellos quedan de grandes caballeros si los comparamos a los protagonistas del desafuero del Banco de Valencia. Lo triste es el ver a que nivel de anulación hemos llegado los valencianos, pues todos nos ponen los cuernos y encima nos reímos. También pudiera ser que nos hubiéramos idiotizado, y no nos hemos dado cuenta. So. Andrés Castellano Martí.
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