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VALENCIA. "Si te vas, pierdes dinero", reconocía un exconcejal del Ayuntamiento de Valencia al integrarse en las Cortes Valencianas como diputado. En un contexto de recortes generalizados del gasto público y en un consistorio con la segunda mayor deuda municipal del país (860 millones de euros, según el Banco de España), sus ediles disfrutan de unas remuneraciones y prestaciones que no tienen igual.

A pesar de tener los sueldos congelados desde 2008 y haber experimentado una bajada en 2010 del 8%, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, recibe una remuneración de 94.221 euros brutos al año según fuentes municipales. Esta cantidad supera ampliamente los 67.615 que percibe el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, o el que obtuvo su predecesor Francisco Camps, que cobró hasta junio de 2010 en total de 79.546 euros.

A esta cantidad, Barberá suma las que percibe de las Cortes Valencianas por el ejercicio de su función (3.530 euros anuales) y por ocupar la vicepresidencia de la comisión de Desarrollo del Estatuto de Autonomía (7.014 euros anuales y 1.169 euros en concepto de paga extra). En total, 105.934 euros anuales.

SUELDOS ALTOS Y MULTIPLES COMPLEMENTOS

En todo caso, la alcaldesa de Valencia no percibe ni la asignación reglamentaria por el hecho de ser diputada (28.326 euros, más 4.721 en paga extraordinaria) ni el complemento de dedicación exclusiva (4.387 euros y 731 euros como paga extra), a los que renunció, como queda constancia en la información remitida por la Mesa del Parlamento a los miembros de la comisión del Estatuto del Diputado a mediados del mes de diciembre.

A distancia de la alcaldesa se encuentra el vicealcalde y portavoz del PP, Alfonso Grau, que percibe 77.924 euros anuales o sus compañeros de grupo y equipo de gobierno (que suman una veintena) y cuyas retribuciones rondan los 71.690 euros. Estas cantidades superan ampliamente las retribuciones del presidente Fabra o sus consellers, que ´perciben 57.599,76 euros anuales, según los Presupuestos de la Generalitat Valenciana de 2012.

Además, las retribuciones de los concejales se ven incrementadas, según los casos por la participación de diversos consorcios y patronatos, que suelen reportar unos 3.000 o 4.000 euros anuales, según reconocía un concejal del consistorio.

El periodo de tiempo en el que se esté como concejal computa tanto a efectos de seguro de desempleo como de pensiones. Sin embargo, no reciben indemnización por despido ni finiquito. 

RENUNCIAR PARA NO PERDER

Se da el caso que de los 31 diputados con los que cuenta la Diputación Provincial de Valencia, sólo los tres que proceden del Ayuntamiento de la capital han renunciado al sueldo de la corporación, que ronda los 63.000 euros tras los últimos recortes, y no al de su ayuntamiento.

Por debajo del sueldo del presidente Fabra, pero por enciam del de conseller, quedan los concejales de los tres grupos de la oposición perciben de media 62.339 euros brutos al año, pero esta cantidad también fluctúa cuando la actividad se complementa con otras que no están sometidas a incompatibilidades tanto públicas como privadas.

En todo caso, cualquiera de los concejales dispone además de coche oficial las 24 horas con dos escoltas a turnos y teléfono móvil sin limitación de consumo. En la constitución del consistorio tras las últimas elecciones locales, tanto PSPV-PSOE como Esquera Unida y Compromís renunciarion tanto a coche como al chofer y los escoltas. Además, Esquera Unida renunció a la asignación por grupo municipal y Compromís, a los teléfonos moviles que les correspondían a sus concejales.