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MADRID (EFECOM). Expertos legales en internet consultados por Efe consideran extralimitada la actuación de las autoridades estadounidenses con la página de descargas Megaupload, porque aparte del cierre, se ha detenido a varios de los responsables fuera de sus fronteras, en Nueva Zelanda.

El abogado especialista en derechos de autor en internet Josep Jover ha afirmado que las detenciones fuera del territorio estadounidense "vulneran los principios de legalidad y de soberanía nacional" y lamentablemente no acabarán con la piratería.

Probablemente, ha advertido, mañana podrían salir "otros diez Megauploads; precisamente hace diez años se cerró Napster y seguimos igual".

A su juicio, estos acontecimientos ponen de manifiesto "que esto es el Oeste, y se está utilizando la fuerza en lugar de la Ley; el vínculo que hace que la Justicia se sustente en el Derecho se está rompiendo, y eso es algo difícilmente reparable".

En su opinión, "vivimos en un momento en el que se está produciendo un cambio de modelo" que ha dado lugar a "un conflicto global y globalizado", y para que sea resuelto "los consumidores de contenidos culturales y productores deben reconocerse ciertos derechos mutuamente".

Ha advertido de que páginas españolas como SeriesYonkis o Taringa también podrían ser susceptibles a la acción de la justicia estadounidense "que ya usó la fuerza para cerrar la página rojadirecta.com", que permitía ver partidos de fútbol por internet.

Por otra parte, el abogado especializado en Nuevas Tecnologías Carlos Pérez ha admitido que en España existen plataformas que proporcionan enlaces de forma similar a Megaupload, pero varias resoluciones judiciales consideran que no existe ilegalidad en ello.

Megaupload es una página que permite a los usuarios almacenar archivos personales y compartirlos con otros internautas; según Pérez, varias sentencias en España han dado la razón a los responsables de páginas con funcionamiento parecido, porque éstas no serían responsables del uso que hagan los cibernautas.

En cuanto a Estados Unidos, ha indicado que su normativa permite cortar el acceso desde el país a todas aquéllas páginas extranjeras que infrinjan derechos de propiedad intelectual.

Sin embargo, esa normativa hoy por hoy no puede obligar a los proveedores de servicios de internet a establecer sistemas de filtrado que impidan el acceso a esas mismas páginas ubicadas en nuevas direcciones.

Ha explicado que muchas veces los responsables de páginas cerradas crean otras nuevas para esquivar la ilegalidad y aparecer de nuevo, y precisamente eso es algo que pretende evitar la nueva normativa en trámite legislativo en Estados Unidos, conocida como SOPA-PIPA.