El Indicador de Confianza Empresarial de la Comunitat retrocede hasta los 29 puntos negativos y se sitúa por debajo de la media española
Los empresarios de la Comunitat Valenciana no ven brotes verdes. Es más, cada vez son más los que ven el panorama económico muy negro. Al menos eso se desprende del Indicador de Confianza Empresarial (ICE) de la Comunitat correspondiente a enero de 2010, presentado ayer por la Cámara de Comercio de Valencia, retrocedió hasta los 29 puntos negativos, volviéndose a situar por debajo del ICE español (-16,8 puntos).
Este resultado pone de manifiesto la debilidad y la incertidumbre que están caracterizando el proceso de recuperación de la economía valenciana tras tocar fondo a mediados del año 2009.
Así, los síntomas de desaceleración del ritmo de caída de la actividad de la Comunidad Valenciana, observados en octubre de 2009, no se consolidan en los resultados de enero (el ICE se sitúa en el mismo nivel que un año antes), frente a la ligera mejoría del conjunto de la economía española.
La esperada moderación de ritmo de ajuste de los precios para los últimos meses de 2009 no se ha producido. Por el contrario, han continuado registrándose saldos muy negativos, tendencia que esperan se prolongue en los primeros meses de 2010.
Este comportamiento se ha producido en todos los sectores productivos valencianos, con la excepción de otros servicios, donde la caída de los precios es más moderada. El sector de la construcción sigue siendo donde el recorte de precios es mas intenso.
La confianza del sector industrial ha continuado registrando en el último trimestre del año una desaceleración del notable retroceso alcanzado en 2008 y la primera mitad de 2009. La mejoría se debe básicamente a la significativa moderación en el ritmo de caída de la producción, y, la menor destrucción de empleo.
En la construcción, tres cuartos de lo mismo. Es el sector donde se registran los mayores recortes de los precios. La actividad comercial consolida lentamente la tendencia hacia resultados cada vez menos negativos. Este subsector parece haber completado el ajuste de plantillas, mientras que su ritmo inversor vuelve a estancarse.
El ICE de hostelería presenta en enero un resultado menos negativo que un año antes. Por el contrario, la inversión acelera su caída. Y a diferencia de comercio y hosteleria, el ICE del sector de otros servicios (telecomunicaciones consultoría, ocio, etc.) experimenta un significativo deterioro, el cual se produce en todas las variables analizadas. Comportamiento que contrasta con la mejoría registrada a nivel nacional.
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