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Si el pasado 6 de enero informábamos sobre la aprobación por el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy de importantes medidas fiscales dirigidas a reducir el déficit público, ahora le ha tocado el turno al Consell de la Comunidad Valenciana
VALENCIA. La necesidad de reducir el desequilibrio presupuestario de la Generalitat ha llevado al Consell a aprobar el Decreto-Ley 1/2012, de 5 de enero, del Consell, de medidas urgentes para la reducción del déficit en la Comunidad Valenciana, publicado en el Diario Oficial de la Comunidad Valenciana el 10 de enero y que recoge, entre otras, una serie de medidas de carácter temporal que supondrán un aumento de la presión fiscal para las rentas más altas, la limitación de la aplicación de determinadas deducciones autonómicas y la desaparición de otras, un incremento de la imposición indirecta en el otorgamiento de determinadas escrituras públicas y una variación en los tipos aplicables a las ventas minoristas de determinados hidrocarburos.
Por tanto, las medidas fiscales aprobadas y que ahora pasamos a detallar, afectan tanto a la imposición directa, como es el caso del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas ("IRPF"), como a la imposición indirecta, afectando al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, en su modalidad de Actos Jurídicos Documentados ("AJD") y al Impuesto sobre las Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos ("IVMDH"), conocido también como "céntimo sanitario".
De todas las medidas adoptadas, destaca por encima de todas el aumento de la presión fiscal sobre las personas físicas en su imposición directa (IRPF), en concreto con el incremento de los porcentajes de índole autonómico. En efecto, se incrementa con carácter temporal para los años 2012 y 2013, la escala autonómica de tipos de gravamen aplicable a la base liquidable general que quedaría de la siguiente manera:
De esta forma, para la Comunidad Valenciana, los tipos marginales del IRPF finalmente aplicables para los años 2012 y 2013 serán:
Asimismo, se condiciona la aplicación de determinadas deducciones autonómicas a que la suma de la base liquidable general y de la base liquidable del ahorro no supere determinados umbrales. Esta medida va a suponer que gran parte de los contribuyentes vean limitada la aplicación de deducciones como la de "nacimiento o adopción" o la de "familia numerosa".
En cuanto a las medidas que afectan los tributos indirectos, por lo que se refiere a la modificación en el AJD, se ha producido un incremento del tipo de gravamen general del 1% al 1,2%.
Por último, también se produce un incremento sustancial de los tipos de gravamen autonómicos del IVMDH o lo que es lo mismo un aumento del "céntimo sanitario". En este sentido, llama la atención que el Consell haya aprobado este incremento de tipos cuando es sabido que la Comisión Europea ha cuestionado la legalidad del mismo y que no son pocos los contribuyentes que han iniciado procedimientos de devolución de ingresos indebidos ante las autoridades españolas para solicitar la devolución del impuesto pagado.
En conclusión, estas medidas aprobadas por el Consell suponen una mayor presión fiscal a los contribuyentes en su IRPF y, en particular, a aquellos con rentas más altas. Asimismo, se produce un aumento en los costes para aquellas operaciones que deban instrumentarse en escritura pública y queden sujetas al AJD, como es el caso por ejemplo de los préstamos hipotecarios concedidos por las entidades financieras a una sociedad. Finalmente, se produce un encarecimiento de los carburantes en la Comunidad Valenciana debido al aumento del llamado "céntimo sanitario".
No resulta riguroso decir que las subidas de impuestos afectan en particular "a aquellos con rentas más altas"; eso es una lectura superficial de la reforma. Aunque el porcentaje de aumento de tipos en los tramos altos del IRPF sea mayor en los altos, dada las rebajas anteriores de los tramos autonómicos valencianos más altos, y la subida del tramo bajo que afecta a mucha más gente, lo cierto es que 2/3 del aumento de recaudación lo soportaran las rentas más bajas. Y eso sin contar las subidas de indirectos que tambien rebajan la progresividad fiscal.
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