VALENCIA (VP). La Generalitat Valenciana no solo ha echado mano del Deutsche Bank a la hora de captar dinero mediante préstamos bancarios al uso o incluso vía de emisiones de papel en los últimos años. También lo ha hecho a través de un instrumento financiero poco conocido entre el público en general, pero no entre algunas comunidades autónomas españolas: los llamados 'préstamos Schuldschein'.
Se trata de una modalidad de crédito a largo plazo, que permite a inversores alemanes especializados -normalmente fondos de pensiones o aseguradoras- financiar a las Administraciones Públicas e incluso a entidades financieras. Son préstamos que se rigen por el ordenamiento jurídico germano y en el que un banco -en este caso el Deutsche Bank- hace de intermediario.
Una vía a la que comenzó a recurrir el Consell en 1996, según se desprende de los datos que figuran en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana (DOcV), es decir, en tiempos de José Manuel Uncio. Precisamente la etapa donde se intensificó la relación entre el banco alemán y la Generalitat.
La cuenta de la Administración de la Generalitat Valenciana de dicho ejercicio, que figura en la base de datos de la Sindicatura de Comptes, recoge la apertura de dos préstamos Schuldschein el 23 de diciembre con la intermediación del gigante bancario alemán.
Dos operaciones en marcos alemanes, a razón de 1,68 y 8 millones respectivamente, con vencimientos a 18 y 20 años. Fuentes del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) consultadas por este digital han confirmado que el saldo vivo en este tipo de préstamos hasta el pasado 31 de diciembre era de 253,80 millones de euros.
Las mismas fuentes han señalado que se trata de unos préstamos con muchas ventajas siendo la principal el tratamiento contable porque "no requieren requieren ser ajustados en contabilidad por su valor de mercado, sino que pueden ser mantenidos en el balance con el mismo valor hasta el vencimiento". Por tanto, -añaden- "las pérdidas que pueden sufrir los inversores por la variación de tipos de interés no tienen reflejo contable, pues quedan valorados por su valor nominal hasta vencimiento".
CASTILLA LEÓN Y MADRID TAMBIÉN LOS TIENEN
Asimismo, tal y como apuntan desde el brazo ejecutor de la política financiera del Consell, "estos préstamos pueden ser elegibles para operaciones de crédito del Banco Central Europeo (BCE)". Así se entiende que sean considerados por el IVF como una vía de financiación más, tal y como se recoge en la última presentación de GenVal para inversores del pasado mes de abril.
Asimismo, los términos y condiciones de estos préstamos (cupón, precio, vencimiento...) pueden ser muy flexible y diseñados a la medida de las necesidades del inversor. Unas necesidades que en el caso de las Administraciones Públicas españolas ha ido a más ante los vencimientos de deuda a cubrir, que han coincidido con unos mercados mayoristas cerrados a cal y canto y unas entidades financieras con pocas ganas de prestar y sí de depositar su dinero en la 'hucha del BCE'.
De ahí, que estos 'préstamos alemanes' hayan venido siendo utilizados regularmente por otras comunidades e incluso corporaciones municipales. Sin ir más lejos el mes pasado, la Junta de Castilla y León informaba que casi el 12% de su deuda se articulaba a través de los Schuldschein.
Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid mantenía una deuda viva a 30 de septiembre del pasado año de 95 millones de euros; mientras que el País Vasco también ha recurrido a esta vía en los últimos meses en lugar de la socorrida de 'bonos patrióticos' como han hecho en Valencia, Cataluña, Murcia y Baleares, por ejemplo.
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