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VALENCIA. El exalcalde de Teulada José Císcar tomó ayer el relevo a Paula Sánchez de León en la vicepresidencia del Consell. El traspaso de poderes, unido a las competencias como portavoz recogidas de Lola Johnson, han convertido al dirigente alicantino en el brazo derecho del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.
Císcar, que fue el hombre fuerte de Francisco Camps en Alicante como delegado del Consell, había forjado una buena relación con Alberto Fabra merced a los encuentros propiciados por sus cargos en la estructura orgánica del partido.
El ahora número dos del Gobierno valenciano, ha combinado una buena tarea en su corto pero intenso paso por la conselleria de Educación y una rápida lectura estratégica de los cambios que se precipitaron en el mes de julio con la dimisión de Camps. De esta manera, el nuevo vicepresidente del Consell ha pasado de ser un estilete 'campista' en Alicante a erigirse como el más destacado líder en la carrera hacia el 'fabrismo'.
Císcar, en un momento de dudas y desconcierto por los antiguos lazos que muchos de los cargos valencianos habían forjado con Camps, se dedicó a gestionar con éxito su área y prestarse a aportar soluciones en las cuestiones orgánicas, en especial en la provincia de Alicante. Así, Fabra ha maniobrado de forma inteligente premiando a un dirigente aupado por Camps, pero sin una dependencia marcada.
De hecho, la confianza del presidente de la Generalitat podría ir más allá y señalarle como secretario general del PPCV en el próximo congreso regional del partido que se celebrará en marzo. Diversas fuentes del partido consideran que las posibilidades de Císcar son "altas" y subrayan que la fórmula de combinar número dos del partido y del gobierno ya se aplica con éxito en otras autonomías gobernadas por el PP como la madrileña.
Precisamente Císcar sustituiría a Antonio Clemente, el secretario general actual que fuera designado por Camps para relevar en su día a Ricardo Costa. El número dos del partido había sonado con fuerza para ser delegado del Gobierno y, ahora, deberá esperar para conocer su futuro, dado que todo apunta a que no continuará en su actual cargo. Fuentes ‘populares' aseguran que Clemente aspira a lograr un puesto de altura en Les Corts, incluso la presidencia si Juan Cotino emigrara como embajador al Vaticano.
Para ello, tendría a su favor el argumento del equilibrio territorial, dado que la presidencia de la cámara quedaría en manos de un valenciano mientras que la Generalitat sería de Castellón (Fabra) y la vicepresidencia de Alicante (Císcar). No obstante, el exconseller Alejandro Font de Mora (Castellón) debería ser el relevo natural de Cotino de producirse su salida, dado que es el actual vicepresidente de Les Corts.
"LA MONTAÑA RUSA" DE PAULA SÁNCHEZ DE LEÓN
Pese a que la hasta ahora vicepresidenta del Consell, Paula Sánchez de León, ha tratado de adaptarse al nuevo orden designado desde Génova por Mariano Rajoy con la salida de Francisco Camps, la situación para la dirigente valenciana era complicada. Alberto Fabra ha preferido gastar el cartucho de la delegación del Gobierno para comenzar los ajustes en el Consell y crear un entorno de mayor confianza para él en el Ejecutivo.
De hecho, Sánchez de León reconoció ayer que los últimos seis meses como vicepresidenta de ejecutivo autonómico habían sido "muy complicados" y "muy intensos política y personalmente" en los que se había sentido como "subida a una montaña rusa " de la que necesitaba "aterrizar y bajar".
La nueva delegada del Gobierno puntualizó que, tras 15 años trabajando dentro de la Administración valenciana, marchaba a la estatal con la "nostalgia" de dejar la Generalitat pero emprendía su nueva función con la "ilusión renovada" y "la fuerza y las ganas" de seguir trabajando por la Comunitat.
CÍSCAR AVISA DE QUE SE AVECINAN "SACRIFICIOS" PERO ALEJADOS DEL COPAGO
Por su parte, el nuevo vicepresidente y portavoz del Consell, José Ciscar, advirtió ayer en su toma de posesión que el 2012 será un "año duro" en el que se tomarán "todas las medidas necesarias" para sacar a la Comunitat Valenciana de la crisis económica, empezando este mismo jueves con la aprobación de una serie de ajustes en el pleno del Consell que implicarán "sacrificios de los ciudadanos" aunque "no van a ser precisamente por esa línea de copagos", adelantó.
MARÍA JOSÉ CATALÁ, UNA CARRERA METEÓRICA E INDEPENDIENTE
El otro fichaje de Alberto Fabra que juró su cargo ayer fue la ya exalcaldesa de Torrent, María José Catalá. A sus 30 años, la titular de Educación ha sido diputada nacional, autonómica y máxima responsable municipal de una de las localidades más grandes de la provincia.
Catalá, quien se vio aupada de asesora a candidata en Torrent sin apenas expectativas de triunfo, venció contra pronóstico en las elecciones de 2007. Desde entonces, Camps siempre contó con ella para diferentes cargos. Fabra, consciente de que no está alineada a ninguna corriente concreta del PP y que puede gestionar bien el área, ha decidido darle la alternativa en el Consell con el reto de una cartera difícil.
Así, premia a otra dirigente que era importante con Camps con lo que contribuye a alejar el pensamiento de que habrá ‘caza de brujas' con los afines al expresidente y, además, da fuerza a una alcaldesa fuera de la órbita del presidente provincial, Alfonso Rus.
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