VALENCIA. Fabra ya tiene a su hombre. Impulsado en 2009 por Francisco Camps para ser su vanguardia en territorio zaplanista, el nuevo vicepresidente del Consell ha demostrado que no es de nadie, salvo de sí mismo. En su partido destacan de él su valía y la habilidad con la que ha sabido evolucionar hasta ganarse la confianza del nuevo presidente.
Con su designación como vicepresidente único y portavoz del Consell, Císcar coordinará las tareas del Consell, llevará las relaciones con Les Corts y la presencia del ejecutivo valenciano tanto en Madrid como en Bruselas. Su poder sólo es comparable al del presidente, pero con la concentración de poder que ha logrado, es la puerta del jefe del ejecutivo con el mundo.
Rodeado de un gobierno de perfil principalmente técnico en las carteras fundamentales, Císcar tendrá que echar mano de sus mejores dotes para afirmar el suelo que pisa Fabra vendiendo las duras soluciones que en materia económica se han de tomar. El Consejo de Ministros del 30 de diciembre ha levantado la veda para hacer "lo que se tenga que hacer" y en la Comunitat urge hacerlo, según los expertos.
EL 'POLI MANO' DEL CONSELL
Políticamente, con Paula Sánchez de León lejos del Palau como nueva delegada del Gobierno, el legado más fuertemente campsista se reduce a Lola Jonhson, consellera de Turismo, Cultura y Deportes; a la que Císcar le ha arrebatado la portavocía del Ejecutivo. De este modo, Císcar deberá explotar su poder ante los más políticos del equipo, como Serafín Castellano (Gobernación), Isabel Bonig (Infraestructuras) o Jonhson, para demostrarles quién manda.
También de corresponderá ejercer de 'poli malo' ante los más técnicos, como Enrique Verdeguer (Economía), Jose Manuel Vela (Hacienda), Luis Rosado (Sanidad) o Jorge Cabré (Justicia); y coordinar esfuerzos con María José Catalá (Educación), primer fichaje 100% Fabra.
No es nuevo para él jugar en campso difíciles. No en vano, su condición de hombre fuerte de la política se forjó recorriéndo los 141 municipios de Alicante cuando era delegado del Consell para allanar el terreno en vísperas del ataque definitivo de Camps contra José Joaquín Ripoll, entonces presidente provincial y de la Diputación.
EL CURRÍCULUM DEL 'CIUDADANO' CISCAR
Estudió Derecho en Valencia y se forjó en la política municipal. En 1999, alcanzó la alcaldía de su municipio natal con la formación Ciudadanos por Moraira. Una legislatura después, concurría a los comicios locales bajo las siglas del PP, siendo integrado en la candidatura autonómica por la circunscripción de Alicante.
"Tiene ese tipo de perfil absolutamente versátil. Por presencia y capacidad podría trabajar en cualquier lugar", señala un compañero de partido. "Es polivalente hasta en su tiempo libre. Tan pronto te cuenta que se ha ido a hacer montañismo -una de sus aficiones- como a disfrutar del mar", comenta un diputado alicantino. Además de abogado, Císcar tiene un posgrado en Urbanismo.
Desde los inicios de su relación, la sintonía entre el presidente de Francisco Camps y José Císcar, ha sido total. En 2009, el contacto entre ambos se estrechó sensiblemente. Císcar, quien había entrado en Les Corts Valencianes en un puesto retrasado, abandonaba el hemiciclo al ser designado delegado del Consell en Alicante. Meses después, el líder del PPCV le dio ‘cancha' orgánica al situarlo como vicesecretario general del partido.
Suerte en la nueva andadura y enhorabuena.
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