VALENCIA. Los productores de energías renovables se sienten víctimas de una conspiración. Mientras que hace tres años las empresas españolas del sector podían presumir de ser líderes mundiales en el negocio fotovoltaico, tanto en la generación como en la instalación y la producción de componentes, los cambios legales de 2010 les han metido de lleno en su propia crisis. El empresario valenciano Lluis Calatayud, coordinador de la Unión Española Fotovoltaica le plantea una exigencia directa al nuevo gobierno: la derogación de los decretos ley a los que consideran "culpables de nuestra ruina".
-¿Qué piden al Gobierno recién nombrado por Mariano Rajoy?
-Exigimos que el nuevo Ejecutivo derogue las limitaciones para la producción de energía fotovoltaica recogidas en los reales decreto 15/65 y 14/10. Son unas medidas injustas, ilegales e inconstitucionales .
-¿En qué basan esos calificativos?
-Consideramos que los decretos son injustos porque no recortan por igual a todos los productores energético, sino especialmente a nosotros; tenemos razones para considerarlas ilegales porque han sido aceptados 115 recursos contra estos decretos; e inconstitucionales porque ya son tres autonomías (Comunitat Valenciana, Murcia y Extremadura) las que han presentado recurso ante el Tribunal Constitucional, que han sido admitidos a trámite.
-¿Confían que el nuevo Gobierno cambie esta situación?
-El nuevo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo en campaña que iba a contar con todas las energías y hay que recordar que, en el Senado, el Partido Popular se opuso a estos reales decretos.
-¿En qué situación se encuentra actualmente el negocio fotovoltaico?
-En 2008 éramos líderes mundiales en la producción de energía fotovoltaica y generábamos 100.000 empleos, pero las medidas tomadas por el Ministerio de Industria nos han dejado a la cola. Gran parte del sector ha quedado muy afectado, se ha perdido gran parte del empleo y, en el caso de los productores de componentes, se han tenido que buscar alternativas en la exportación, a la que actualmente se destinan el 98% de su producción.
-Después de 'boom' que precedió a la reforma, ¿queda negocio real?
-España puede ser un productor energético para toda Europa gracias a la fotovoltaica, ya que es uno de los países con más horas de sol del continente. Otros países, como Alemania, están buscando dónde instalar plantas generadoras en África y nosotros, que estamos más cerca, estamos perdiendo esta oportunidad.
-¿A qué considera que se debió este cambio de legislación a la que culpan de su situación?
-El Gobierno cambió las normas porque en España no hay democracia y quien manda en UNESA (Asociación Española de la Industria Eléctrica). Fueron las grandes compañía eléctricas las que presionaron para parar los pies a los pequeños productores que estábamos haciendo negocio gracias a la democratización de la producción que permite la energía fotovoltaica.
-¿En qué basa una acusación tan directa?
-Sólo hay que mirar los recortes que nos aplicaron. Según el decretos, las fuentes tradicionales de energía tuvieron que reducir su producción un 1% y las eólicas, en un 3%. Sin embargo, la fotovoltaica, en la que estaban peor posicionadas las grandes compañías, tuvo que reducir su producción un 30%.
-Sin embargo, no faltan críticos que aseguran que las energías renovables son más caras y no garantizan la continuidad del suministro.
-Esas afirmaciones son completamente falsas y son el resultado de una campaña de Unesa en la que estamos teniendo que aguantar que nos llamen 'cazaprimas' y estafadores, acusándonos de declara producción de energía solar de noche o cosas por el estilo.
-Hasta ahora había varias organizaciones, ¿por qué han puesto en marcha la UNEF?
-La UNEF tiene el objetivo de ser el interlocutor único del sector de la energía fotovoltaica con la Administración. Las cuatro organizaciones en las que estaba dividido el sector (AEF, ANPER, APPA y ASIF) formamos esta plataforma a mediados de noviembre para poder hacer fuerza y convocar a los 55.000 productores, instaladores y fabricantes de componentes que hay en España para volver a ser un negocio líder en España y en Europa.
Ser "líders mundials" en energia fotovoltaica és patètic. És com ser líders mundials en quilòmetres de tren d'alta velocitat. Capritxets ruïnosos de nou-ric.
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