MADRID (EP). Renfe ha suspendido el proceso de compra de diez trenes destinados a explotar el AVE a Francia, valorado en 270 millones de euros, ante el plan de ajuste impuesto en el Ministerio de Fomento, informó hoy la operadora.
La compañía ferroviaria enmarca también esta decisión en su intención de ayudar a superar la actual crisis, contribuyendo con los recortes de inversión del departamento que dirige José Blanco.
Renfe informó de que, en vez de comprar trenes nuevos, prestará este servicio transfronterizo con vehículos de su actual parque de AVEs, a los que realizará las transformaciones y ajustes necesarios para aumentar su capacidad y adecuarlos a los requerimientos de la red ferroviaria francesa.
La operadora mantiene su intención de comenzar a explotar la conexión AVE Madrid-París a finales de 2010, si bien en los dos primeros años el trayecto requerirá cambiar de tren en Figueres.
En concreto, en esta primera fase de explotación del corredor, Renfe realizará con sus trenes AVE el trayecto Madrid-Barcelona-Figueres, mientras que, de su lado, la SNCF cubrirá con sus trenes el trayecto Figueres-París.
El transbordo se debe al hecho de que la línea AVE española no llegará hasta la frontera francesa hasta 2012 (en la actualidad se construye el trazado entre Barcelona, Girona y Figueres).
No obstante, a partir de 2012 Renfe y la SNCF aportarán a la sociedad conjunta que crearán para explotar la línea varios trenes de gran capacidad, esto es, para un gran número de viajeros, con el fin de abaratar los costes de explotación.
Con esta decisión, Renfe considera que, además de ahorrar una inversión pública de 270 millones de euros, garantiza trabajo para su división industrial Integria, que será la encargada de adaptar su actual parque de trenes para que puedan circular hasta París.
Además, asegura que esta operación es posible dado que las entregas de los trenes AVE comprados en los últimos años se están adelantando respecto a la puesta en servicio de las nuevas líneas proyectadas.
'MEGACONTRATO'
En cuanto al contrato suspendido, Renfe lo sacó a concurso a finales de 2009, y suponía suministrar de diez trenes de Alta Velocidad (para circular a más de 300 kilómetros por hora) y Alta Capacidad (para más de 500 viajeros). La operadora aportaría los trenes a la referida sociedad conjunta con la SNCF que explotará este primer AVE transfronterizo.
El proceso estaba ya pendiente tan sólo de la decisión de Siemens, Alstom, CAF y Talgo son los cuatro fabricantes que ya habían presentado sus respectivas ofertas para pujar por el pedido.
La relevancia del concurso residía en que, además de constituir el primer AVE que uniría dos países, suponía también el mayor contrato de suministro de material rodante puesto en marcha por Renfe desde 2003.
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