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VALENCIA. En septiembre de 2008, Jorge Alarte logró la victoria por un escaso margen de veinte votos en el Congreso del PSPV celebrado en el Palacio de Congresos de Valencia. Su rival en la votación fue Ximo Puig, ahora diputado nacional y miembro destacado de la llamada corriente lermista, que contó con la aportación de Francesc Romeu, con quien llegó a un acuerdo a cambio de su apoyo.

Dos de estos tres dirigentes, Alarte y Romeu, ya han manifestado públicamente su intención de presentarse para luchar por la secretaría general del PSPV en la cita congresual. En cuanto a Ximo Puig, fuentes del entorno del dirigente castellonense señalan que acaricia la posibilidad de repetir como candidato, y recalcan que tendría el apoyo del núcleo duro de la familia lermista.

La opción de Puig, según señalan las citadas fuentes, es la más probable, dado que el también alcalde de Morella ha mantenido su liderazgo en los diferentes procesos de interlocución con el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, y cuenta con el respaldo de buena parte de la provincia de Castellón, así como el de ‘hombres fuertes' del lermismo.

No obstante, la decisión definitiva se hará esperar. El propio Ximo Puig realizó una crítica en el Comité Nacional del sábado a la existencia de tres aspirantes -los dos ya citados además del exdiputado Manuel Mata- a un proceso para el que todavía restan meses y con la celebración pendiente de un Congreso Federal en el mes de febrero. Así, no está previsto que Puig anuncie su pretensión de volver a luchar por la secretaría general hasta que la fecha del cónclave se aproxime.

SITUACIÓN DISTINTA A 2008: LOS APOYOS DE ALARTE HAN MENGUADO

Sin embargo, y pese a la posible coincidencia de protagonistas en el cónclave, las circunstancias desde 2008 han cambiado notablemente. El entonces aspirante Jorge Alarte tenía de cara diversos factores: era un candidato joven y novedoso que supo transmitir la idea de cambio y que contó con el respaldo de Leire Pajín, con presencia en la provincia de Alicante; de referentes locales en Valencia como Carmen Martínez (Quart), José María Ángel (L'Eliana), José Luis Chavarrías (Burjassot), Carlos Fernández (ahora alcalde de Mislata) o Jose Luis Ábalos (Valencia capital).

Pero no sólo eso. Alarte logró aglutinar el apoyo de diversas agrupaciones que sintonizaron con su discurso pero, tres años después, las severas derrotas electorales y a decisiones orgánicas como el cambio a la estructura provincial en detrimento de la comarcal, han puesto en entredicho su liderazgo.

A día de hoy, la ruptura entre Pajín y Alarte. El sector llamado municipalista de Castellón, afín a la ministra, ha desmantelado su respaldo al líder socialista. En una provincia donde Ximo Puig ostenta un importante número de apoyos de base y donde ha tendido puentes con el municipalismo, Alarte tiene en la diputada Clara Tirado o el alcalde de Vilafranca y presidente del PSPV, Oscar Tena, dos de sus referentes que, no obstante, parecen demasiado aislados como para recabar apoyos de entidad.

En Alicante, el mapa de reparto está disgregado. Romeu ha cultivado respaldo en Elche, con Diego Macià al frente, y en comarcas como la Vega Baja. En la capital, el histórico Ángel Franco, sigue teniendo predicamento, y Alarte ya ha maniobrado para lograr su apoyo. Precisamente en esta ciudad, la gestora está presidida por Ángel Luna, quien también apoyó a Alarte en su día pero del que se ha distanciado desde tiempo atrás. En los úlitimos días, ya hay quien ha verbalizado el desencuentro con Alarte, como el alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, cercano a Pajín, quien mostró su arrepentimiento público por haber apoyado al actual líder hace tres años. En general, una línea argumental que los afines a la exministra asumen en la retirada del respaldo al secretario general.

En la provincia de Valencia es donde Alarte aún conserva efectivos. No obstante, sus apoyos también han disminuido respecto a 2008 e incluso el respaldo en comarcas donde su dominio  era muy importante como l'Horta Sud y Nord, también se ha debilitado. En la capital, la situación es compleja: el secretario general del partido, Salvador Broseta, no ha podido amasar una tropa relevante en las agrupaciones: la ciudad sigue siendo un ‘sudoku' conformado por cercanos al lermismo, revitalizado con la llegada de Joan Calabuig como portavoz municipal; a José Luis Ábalos, con una importancia todavía reseñable; a Francesc Romeu y a Manuel Mata.

Así, pese a la coincidencia en varios de los actores, los movimientos a lo largo de tres años apuntan a un proceso distinto. Antes, sin embargo, se celebrará el congreso federal, en el que los socialistas valencianos deberán elegir a quien ofrecen respaldo. En el lermismo, ven con buenos ojos la opción de Carme Chacón si llega a presentarse, al igual que los afines a Leire Pajín; mientras que a Jorge Alarte se le presupone el apoyo a Pérez Rubalcaba.