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PARIS (EFE). La economía francesa entrará en un periodo de ligera recesión en el cuarto trimestre del año y el primero de 2012, para volver a crecer a partir del siguiente, según las previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INSEE) publicadas hoy.

El deterioro de la situación económica de la zona euro y la caída del consumo interno son las causas del freno que sufrirá la economía francesa, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) se degradará un 0,2 por ciento entre octubre y diciembre de 2011 y un 0,1 % entre enero y marzo de 2012.

La previsión del INSEE es más negativa que la que la semana pasada anunció el Banco de Francia, que preveía un estancamiento en el cuarto trimestre de 2011 pero no un deterioro.

Con los datos anunciados hoy, el PIB francés en el conjunto de 2011 progresaría un 1,6 %, dos décimas más que en el año anterior.

La economía francesa empezó 2011 con un fuerte crecimiento, del 0,9 % para caer un 0,1 % en el segundo y volver a recuperarse en el tercero, cuando creció un 0,4 %.

Tras la caída prevista en el cuarto y en el primero del año próximo, tendrá que esperar al segundo trimestre de 2012 para entrar en la senda del crecimiento y, para entonces, será muy débil, porque el INSEE augura una mejora del 0,1 % para ese periodo.

Estadística prevé un "periodo recesivo" en toda la zona euro, aunque augura que será más largo en España e Italia, "donde la demanda interior se ha debilitado", que en Alemania o Francia.

Tras haber crecido un 0,2 % en el tercer trimestre de 2011, la economía europea se contraerá un 0,3 % en el cuarto y un 0,1 % en el primero de 2012, para situarse en equilibrio en el segundo (0 %).

En el caso de Francia, la caída del PIB durará dos trimestres, al igual que la de la zona euro, y estará ligada a un freno en la demanda de las empresas, que había servido de motor del crecimiento en los dos últimos años.

Las empresas invertirán menos por las perspectivas difíciles de la economía mundial y por las dificultades para acceder al crédito, señaló el INSEE.

Esa situación traerá aparejada una subida del desempleo que durará, al menos, hasta mediados de 2012.

Tampoco el consumo interno acudirá al rescate de la economía porque los hogares preferirán mantener sus ahorros frente a la degradación del mercado laboral y el estancamiento de su poder adquisitivo.

El INSEE prevé que el debilitamiento de la actividad en la zona euro tenga un "efecto limitado" en las otras regiones del mundo.

En Estados Unidos la recuperación económica se apoyará en el consumo interno, en Japón en los esfuerzos de recuperación tras el tsunami y las economías emergentes podrán movilizar sus márgenes monetarios y presupuestarios para relanzar la actividad, señaló.

Así pues, el comercio mundial apoyará de forma modesta a la economía europea de aquí al próximo verano.