VALENCIA. Manos a la obra. Terminado un proceso electoral con mucho ruido, la balanza se ha inclinado de forma abrumadora hacia Salvador Navarro, nuevo presidente con 273 votos a su favor, frente a los 44 cosechados por Juan Manuel Real, candidato de la construcción.
Una vez completado el protocolo de abrazos y aplausos, Navarro ha desgranado las claves del que será su mandato, poniendo deberes a la Administración y asumiendo compromisos para recapitalizar a la economía valenciana.
Respecto al mercado financiero, Navarro ha demandado que complete "cuanto antes" su proceso de reestructuración, presentando unos balances ajustados y unos planes estratégicos que devuelvan la confianza de los mercados.
Hasta entonces, las empresas y las organizaciones empresariales se deben mentalizar de la necesidad de "complementar el crédito bancario" con un mayor nivel de autofinanciación para ir reduciendo nuestros niveles de endeudamiento.
LOS DEBERES DE LA ADMINISTRACIÓN
Para ello, ha demandado a las administraciones la creación de una línea de tesorería específica para que el sector público autonómico y local puedan liquidar sus pagos con proveedores y, a partir de ahí, cumplir con el calendario marcado en la ley de morosidad.
Además ha reivindicado una reforma en el IVA que permita a las empresas diferir el pago del impuesto hasta haber cobrado las facturas. "No es asumible que las empresas se vean obligadas a pagar impuestos de facturas que no han sido liquidadas".
También ha abogado por una compensación de las deudas tributarias y de la Seguridad Social con las deudas que las propias administraciones mantiene con las empresas.
Por otra parte, hasta la situación que atraviesa el sector financiero valenciano, ha respaldado a Francisco Pons, como vicepresidente de Bankia. "Nos corresponde ahora aprender de los errores y velar porque todo proyecto empresarial viable en la Comunidad Valenciana cuente con la financiación necesaria".
MÁS FLEXIBILIDAD, MENOS DESPIDOS
Respecto al mercado laboral, ha relativizado las reformas emprendidas hasta ahora, ya que la reforma laboral y la reforma de la negociación colectiva aprobadas por el Gobierno a mediados de este año "no han facilitado ni los cambios organizativos ni la flexibilidad interna necesarios para que las empresas sean más competitivas en el actual escenario".
Ante esto, y hasta que se renueve el marco normativo, Navarro ha apuntado que la negociación colectiva se presenta como "un instrumento esencial" para potenciar la flexibilidad como vía de ajuste interno sin tener que recurrir al despido.
Al sector público le ha recordado que una de las coordenadas del nuevo escenario es el cumplimiento de la estabilidad presupuestaria en términos de déficit y deuda pública. Su obligado cumplimiento exigirá el redimensionamiento y el reenfoque del sector público. "La disminución y posterior eliminación del déficit estructural requerirá ajustes por la vía del gasto, pero también mayor ambición por la vía de los ingresos".
RECUPERAR LA INFLUENCIA POLÍTICA
Con respecto a los gastos, para Navarro, la clave está en reducir aquellos costes ineficientes y no productivos mediante mejoras de gestión "que no afecten a las prestaciones y servicios básicos en educación, sanidad, ciencia y tecnología, e infraestructuras productivas". Y entre estas, ha considera vitales el Corredor Mediterráneo, la ampliación del puerto de Valencia y el acceso ferroviario al puerto de Sagunto..
En el capítulo de los ingresos, al margen de la "irremediable" integración fiscal europea, considera necesario avanzar en la lucha contra el fraude fiscal, especialmente la economía sumergida, que representa más del 23% del PIB español y significa una "competencia desleal" para las empresas que actúan de acuerdo a la ley.
De puertas para dentro, ha reivindicado el papel de las patronales en los asuntos públicos "para influir políticamente" y ofrecer a los empresarios más y mejores servicios con un mayor ahorro y eficiencia en el uso de lso recursos públicos.
Para este último objetivo ha apostado por la búsqueda de sinergias con la patronal de la pymes, Cepymev, (que también preside Navarro) y con la Cámara de Comercio. Tanto entre organizaciones como entre empresas ha manifestado que se debe saber "cuándo se debe competir y cuándo se debe cooperar".
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