VALENCIA (VP). "Todos los presidentes están encantados con la operación y, además, con el convencimiento pleno de haber creado una gran cabecera en el cooperativismo español y con garantía de permanencia siguiendo el modelo que prima en Europa y que tanto éxito ha tenido".
Así comentaba ayer Rafael Carrau, subdirector general del grupo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM)-Ruralcaja, la fusión entre Ruralcaja y Cajamar -dando lugar al nacimiento de Cajas Rurales Unidas- que va incluir a un buen número de cajas rurales de la Comunitat Valenciana que en su día tuvieron que decantarse por CajaCampo o Ruralcaja.
No obstante, Carrau, advirtió que "cualquiera de las cajas de los dos grupos se puede salir cuando quiera. No hay que mirar al pasado y sí al futuro porque lo que cuenta es que impere el sentido común en el cooperativismo".
Sin embargo, dejó la puerta abierta a la integración en el nuevo proyecto de las 14 cajas rurales de la Comunitat Valenciana que no forman parte del grupo CRM (10 en Castellón, 3 en Valencia y 1 en Alicante) porque "el éxito del crédito cooperativo es mantener las cajas locales".
Una circunstancia que, a su juicio, se ha perdido en España pero que aquí se ha logrado mantener.
Hasta el 30 de junio de 2014, Cajamar y Ruralcaja mantendrán sus marcas respectivas, si bien en la Comunitat Cajacampo lo hará bajo su denominación. A partir de esa fecha, las cajas decidirán sobre la marca para la entidad resultante de la fusión.
El también director general de Crèdit Valencia recalcó que la fusión que dará lugar al primer grupo cooperativo español no ha contado "con ayudas públicas porque no queremos ni verlas", mientras incidió varias veces en seguir el modelo europeo -muy especialmente el francés y el holandés- "porque los países que cuentan con un gran sistema cooperativo tienen menos riesgo financiero".
RESPETO PROFUNDO HACIA LAS PLANTILLAS
Asimismo, valoró que este proceso de integración, según las previsiones que manejan las rurales, permitirá incrementar su cuota de mercado en la Comunitat Valenciana desde el 9% actual hasta el 15 o incluso el 20%, especialmente en Castellón, la que concentra el mayor número de cajas rurales en España. La creación de este nuevo instrumento financiero, que contará con un ratio de morosidad del 8,01%, es un paso hacia "el cooperativismo agrario del futuro", subrayó el directivo.
El proceso de fusión pretende conseguir "toda la eficiencia que se pueda", aunque se ejecutará "con un respeto profundo hacia las plantillas" y cualquier decisión que se tome en este sentido será consensuada con los sindicatos.
De momento todavía no cuentan con previsiones al respecto, dado que el proyecto está aún en su primera fase, aunque resaltó cualquier medida que se tome se hará siempre siguiendo "el espíritu cooperativo y nunca con medidas radicales". Todo ello bajo el prisma de que las cooperativas es "evitar la exclusión financiera" de las pequeñas poblaciones, por lo que los movimientos se realizarán teniendo en cuenta este principio.
Cajas Rurales Unidas (CRU) gestionará un volumen de activos superior a los 38.000 millones de euros y tendrá su sede en Almería, manteniendo la de Madrid.
Valencia contará con una subsede desde donde se ofrecerán los servicios centrales que se prestan directamente a las cajas integrantes de los dos grupos como los jurídicos.
Asimismo, CRU promoverá la fusión de Grupo Cooperativo Cajamar y Cajas Rurales del Mediterráneo para firmar un Sistema Institucional de Protección (SIP) bajo el nombre de Grupo Cooperativo Cajas Rurales Unidas, que estará compuesto por 22 cajas rurales y que tendrá su sede operativa en Valencia.
Dicho grupo representará el 44,6% del negocio total de las cajas rurales españolas, el 43% de los activos totales, una de cada tres oficinas y uno de cada tres empleados.
MANTENER LA FIDELIDAD DE LOS SOCIOS
Ruralcaja podría no haber dado el paso para fusionarse con Cajamar, según reconoció el propio Carrau, aunque esta decisión habría supuesto "no dar futuro al cooperativismo de crédito español". En este sentido destacó que la extinción de la personalidad jurídica de las dos grandes entidades fusionadas y el mantenimiento de la de las cajas locales responde a la doble necesidad de "mantener la fidelidad de los socios y disponer de una entidad de cabecera que permita competir a nivel nacional".
Finalmente, y a modo de resumen, insistió que afrontan el proceso con "gran satisfacción" y con el convencimiento de que las cooperativas rurales son "una herramienta financiera imprescindible para la economía española". No sin antes invitar al resto de cajas rurales españoles a sumarse al proyecto.
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