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ROMA (EFE). El Gobierno italiano decidió hoy introducir un impuesto del 15 por ciento a las llamadas "pensiones de oro" que superan los 200.000 euros anuales, entre las últimas medidas de su ultimo plan de ajuste, por valor de 30.000 millones de euros.

A esta modificación del contenido del texto aprobado por el Gobierno el pasado 8 de diciembre y que se espera que mañana llegue al pleno de la Cámara de los Diputados para su discusión, se suma un gravamen sobre los inmuebles que poseen en el extranjero los residentes en Italia y sobre las actividades financieras fuera del territorio italiano.

Además de la introducción de estas nuevas medidas, el Gobierno también ha decidido modificar el contenido de algunas de las normas que contenía el plan de ajuste presupuestario que aprobó el pasado 8 de diciembre, informaron los medios de comunicación italianos.

Entre esas modificaciones se prevé la revalorización de las pensiones de hasta 1.400 euros mensuales en 2012, mientras que en el primer texto aprobado por el Ejecutivo se fijaba esa revalorización solo para las pensiones inferiores los 960 euros.

Asimismo, se incluye una reducción de la penalización para quien se jubile antes de los 62 años, que pasa del 2 al 1 %.

La reforma de las pensiones es uno de los puntos principales del ajuste presupuestario promovido por el Gobierno Monti e incluye modificaciones que supondrán importantes "sacrificios", admitió entre lágrimas la ministra de Trabajo Elsa Fornero, durante la presentación del contenido del programa el pasado 8 de diciembre.

Por otro lado, también se han introducido cambios en la tasa que se aplicará a los capitales sacados del país de manera ilegal y que pudieron ser regularizados a través de una amnistía fiscal promovida por el Gobierno Berlusconi en 2009 y que pasa del 1,5 al 2 %.

Durante la jornada de hoy, marcada por el debate en las comisiones de Balance y Finanzas de la Cámara Baja, que ultiman los detalles del texto antes de que mañana llegue al pleno, también se abordó el tema de la equiparación de los sueldos de los parlamentarios a los niveles europeos.

Finalmente no será el Gobierno el que actúe en este ámbito, sino que será las cámaras las que se encargarán de llevar a cabo las modificaciones necesarias para reducir los costes de la política italiana, entre los más elevados del Viejo Continente.

Se espera que el plan de ajuste sea aprobado en la Cámara de los Diputados antes del sábado, que el próximo miércoles llegue al pleno del Senado para su discusión y que sea ratificado de forma definitiva dos días después, el 23 de diciembre.

Para cumplir con estos plazos no se descarta que Monti plantee una cuestión de confianza en la cámara baja.