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VALENCIA (VP). El último informe de la consultora KPMG sobre el sector inmobiliario en la Comunitat Valenciana concluye que las 21 empresas más fuertes del sector perdieron más de 22 millones de euros al cierre del ejercicio 2008, y la tendencia indica que a lo largo de 2009 estas cifras no mejoraron.

Tras estudiar los datos contables de estas firmas, analizar con detenimiento los problemas de cada una y escuchar a sus consejeros delegados, los mismos autores del informe han elaborado un decálogo de acciones a desarrollar, tanto por parte de las empresas como por las diversas Administraciones, que consideran necesarias para tratar de corregir la trayectoria de resultados y estimular la recuperación del sector.

En opinión de Juan Latorre, socio director de KPMG, sería absolutamente necesaria la agilización de los trámites burocráticos que se localizan entre la concesión de la licencia de obras y la cédula de habitabilidad. "Es un tiempo en el que las empresas tienen sus activos paralizados", señala.

La internacionalización de las actividades empresariales sigue siendo una asignatura pendiente, a pesar de que muchas de las firmas presentes en el informe ya han iniciado operaciones en países del este de Europa, Sudamérica u oriente medio. "Tenemos el know-how y los medios técnicos necesarios. No veo los motivos por los que no podemos abrirnos a los mercados", añade Latorre.

Otras medidas necesarias contemplan la elaboración de planes de negocio "creíbles" a medio y largo plazo, que a su vez podrán influir de forma positiva en el éxito de los procesos de refinanciación de deuda.

Las auditoras y empresas especializadas siguen recomendando los procesos de fusión como medida para reducir las consecuencias negativas en los periodos de crisis, dado que han sido las empresas de menor tamaño las que han sufrido descensos más acusados de la facturación.

En lo relativo al personal más especializado, el citado informe recomienda retener siempre a estos empleados, en los que residen la capacidad estratégica, el conocimiento de los mercados y los diferentes productos.

La unificación de legislaciones, la agilización en los procesos de cobro por parte del sector público y la necesidad de mantener el nivel de inversiones por parte del Estado son otras de las recomendaciones.

"No se puede cerrar el grifo de las inversiones públicas de la noche a la mañana. El AVE, por ejemplo, no se puede quedar en Valencia más tiempo del necesario porque eso significará que no se podrá vender el parque inmobiliario de Alicante", asegura Juan Latorre.

Por último, se considera imprescindible la especialización, una práctica que no se ha extendido en el sector inmobiliario y que se cita como necesaria. "Al rebufo de las elevadas rentabilidades se ha hecho de todo: VPO, primeras y segundas residencias, viviendas de lujo, centros comerciales..., pero las empresas que no se especialicen en alguna de estas opciones irán quedando relegadas progresivamente".